Balance negativo
El turismo extranjero en caída: impacto en el consumo interno
Operadores turísticos señalan la falta de promoción internacional y el encarecimiento del país como factores clave detrás de esta tendencia negativa.
El turismo extranjero en Argentina registró una preocupante caída en julio, acentuando una tendencia negativa que ha afectado al sector en los últimos meses. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la llegada de turistas extranjeros disminuyó un 21,2% en comparación con el mismo mes del año pasado, alcanzando los 959.000 visitantes. Este descenso no solo afecta a la industria turística, sino que también tiene repercusiones en el consumo interno, un pilar fundamental para la economía argentina.
De los turistas que ingresaron al país en julio, 508.800 pernoctaron en Argentina, lo que representa una baja del 17,7% interanual. La mayoría de estos visitantes provinieron de países limítrofes, como Brasil (34%), Uruguay (22,2%) y Chile (10%). Sin embargo, la cantidad de turistas que visitaron Argentina sin pernoctar también sufrió una disminución del 24,8%, alcanzando las 450.200 personas.
Este descenso en el turismo receptivo tiene un impacto directo en el consumo interno. La reducción de turistas extranjeros afecta no solo a la industria hotelera y los servicios relacionados, sino también a otros sectores que dependen del gasto turístico, como el comercio y la cultura. Regiones como la Ciudad de Buenos Aires y la Patagonia, que concentran gran parte de la actividad turística, se ven particularmente afectadas por esta situación.
En el primer semestre de 2024, la cantidad de turistas extranjeros en Argentina cayó un 2,5% en comparación con el mismo período del año anterior. Este descenso no solo afecta a las empresas directamente vinculadas con el turismo, como hoteles y restaurantes, sino también a las economías regionales que dependen del flujo constante de visitantes internacionales.
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Los operadores turísticos identifican dos factores clave detrás de esta merma en la llegada de turistas: la falta de promoción internacional y el encarecimiento de Argentina en dólares. Con un tipo de cambio menos favorable, el país ha perdido parte de su atractivo como destino turístico económico. Además, la promoción del país en el exterior ha sido insuficiente, especialmente en ferias internacionales de turismo, donde otros destinos de la región han captado la atención de los viajeros.
En contraste, el turismo emisor, es decir, la salida de argentinos al exterior, ha mostrado un notable incremento. En julio, 1.190.400 residentes argentinos viajaron fuera del país, un 30,5% más que en el mismo mes del año pasado. Este aumento se debe en parte a un dólar oficial retrasado en comparación con la inflación, lo que hace que viajar al exterior sea más económico para los argentinos.
Los destinos más populares para los argentinos en julio fueron Brasil, Chile y Paraguay, reflejando un patrón inverso al del turismo receptivo. Mientras los extranjeros disminuyen su presencia en el país, los argentinos buscan oportunidades de viaje fuera de sus fronteras, generando un impacto adicional en la economía nacional.
La combinación de estos factores presenta un desafío significativo para la industria turística argentina, que deberá buscar estrategias para revertir esta tendencia y revitalizar un sector clave para el desarrollo económico del país.