Costo fiscal
Cambio en el Impuesto a las ganancias: solo el 10% de los asalariados seguirá pagando

Sergio Massa propone ceder el 30% de la recaudación en un cambio fiscal significativo
Plan contempla regresar al nivel de tributación del 10% visto en 2001
Un proyecto de ley audaz está en proceso de elaboración para eliminar el Impuesto a las ganancias en los salarios más altos de la economía argentina. Esta iniciativa tiene como objetivo restaurar un nivel de tributación similar al que se observaba en 2001, cuando solo alrededor del 10% de los trabajadores en relación de dependencia estaban sujetos a este impuesto.
El Impuesto a las ganancias fue implementado durante el gobierno de Fernando De la Rua, con José Luis Machinea como ministro de Economía, y en ese momento afectaba a personas con salarios equivalentes a algo más de US$8,300 mensuales, considerando el tipo de cambio 1 a 1 que prevalecía en ese período.
Sin embargo, este ambicioso proyecto plantea un desafío significativo para el próximo gobierno, ya que implicaría renunciar a aproximadamente el 30% de la recaudación, según estimaciones de funcionarios de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
Si se aprueban estos cambios, que requieren de una ley debido a su naturaleza tributaria, solo entre 600,000 y 700,000 trabajadores continuarían pagando el Impuesto a las Ganancias. Estos trabajadores han experimentado una disminución en su poder adquisitivo en los últimos 20 años.
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Según datos proporcionados por la AFIP, en los primeros 8 meses del año, el impuesto que grava los ingresos de la cuarta categoría, que se refiere técnicamente a los salarios, habría generado ingresos por $1.6 billones, de un total de $5 billones.
Esta cantidad de recursos plantea desafíos políticos, ya que la oposición, que espera asumir el poder en 2024, difícilmente apruebe una medida que reduzca significativamente los ingresos fiscales a tan solo unos meses del final del mandato actual.
El proyecto también incluye la implementación de un artículo de ajuste automático de las categorías y el mínimo no imponible para adaptarse a la inflación. El mínimo no imponible real del Impuesto a las ganancias se encuentra en sueldos que superan los $171,000 pesos en mano, pero debido a las deducciones incrementadas, este umbral se eleva a los $500,000 mensuales.
El desafío radica en que la ley establece que los mínimos y las categorías se definen según la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Registrados (RIPTE) de octubre del año anterior, lo que resulta en ajustes rezagados en contextos de alta inflación como el actual. Esto ha llevado a que cada año más trabajadores entren en el rango de tributación, escalando rápidamente a las categorías más altas que gravan con un 35%.
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El proyecto liderado por Sergio Massa contempla un "puente" para transicionar desde la situación actual hacia la nueva estructura fiscal. Dado que el impuesto se calcula de manera anual, los cambios entrarían en vigencia en enero de 2024. Aunque no se han proporcionado detalles sobre este mecanismo de transición, el gobierno ha planteado previamente dos alternativas, que involucran ajustes en las deducciones especiales o postergación de los vencimientos de los anticipos mensuales.
Este proyecto busca beneficiar especialmente a trabajadores de la industria manufacturera, defensa, seguridad, enseñanza pública, administración pública, bancos y el sector asegurador, según proyecciones del ministerio de economía. El alivio fiscal podría representar una mejora significativa para aquellos con salarios más altos, y se espera que el debate sobre este importante cambio tributario sea un tema central en los próximos meses.