¿Qué empresa familiar queremos ser?
En una reunión social, Otilia, con quien nos conocimos allí, al saber mi oficio me contó que: “estoy muy preocupada porque nuestra empresa está llena de familiares y cuando nosotros no estemos se van a matar para ver quien manda”.
Por Sergio Messing
Su marido, Borís, fundó hace más de 50 años una pequeña usina láctea en el centro de la provincia de Santa Fe, que tuvo un desarrollo sostenido hasta convertirse en una empresa exportadora en la que trabajan 120 personas.
Sus 3 hijos trabajan con ellos, y 9 de sus 12 nietos ya ingresaron a la empresa. Además, 4 parientes políticos ocupan puestos de jefatura en distintas áreas. En total 17 familiares viéndose las caras todos los días y compartiendo tareas y decisiones bajo la batuta de Borís que cumplió 83 años.
En pocos años, cuando Borís y Ofelia ya no estén para arbitrar, sus 3 hijos tendrán que compartir el poder o elegir a uno para que lo ejerza, y todos aspiran a ser el elegido. Y sus nietos querrán ascender y ocupar cargos con más poder y mejor pagos.
José fundo hace 45 años una fábrica de quesos en el noreste santafesino. Crecieron mucho, se ampliaron y diversificaron la producción, y lograron un excelente posicionamiento regional con una estructura en la que hoy trabajan 150 personas.
“Siempre tuve claro que los familiares no tenían que trabajar en la empresa, así que fui alentando a mis hijos para que hicieran otras cosas. No quería peleas en la familia”, me contó durante una reunión en la Unión Industrial de Santa Fe.
Sus 6 hijos, hoy de entre 40 y 55 años, tienen sus actividades profesionales y empresariales, y el contacto con la láctea, de la que ya son dueños porque José les donó las acciones, es 3 o 4 veces al año en reuniones con el equipo gerencial y directivo que José constituyó y desarrolló durante los últimos 15 años de su conducción personal.
La empresa fue perdiendo impronta familiar con el paso del tiempo, y los familiares están más lejanos con respecto a la misma. Hay un interrogante flotando en el aire respecto de hasta cuando la empresa seguirá siendo de la familia.
Dos situaciones diametralmente opuestas a partir de dos historias muy similares y contemporáneas.
Qué queremos
Es fundamental que las familias empresarias tengan en claro lo antes posible que tipo de empresa quieren tener en el futuro, porque eso marcará la relación entre ella y la familia, y le planteará desafíos de distinta magnitud y complejidad.
En términos teóricos, y para expresarlo con sencillez, existen 3 tipos de empresas familiares:
• Las de trabajo familiar, que son las que la familia mira como un espacio en el que sus miembros encontrarán ocupación y sustento. En estos casos, la condición de familiar es vista como suficiente para entrar a la empresa.
• Las de dirección familiar, que son las que la familia mira como aquellas en las que las funciones operativas y ejecutivas pueden ser desempeñadas por personas que no son miembros de ella, y se reservan para los familiares los puestos directivos desde donde se fijan los objetivos, las estrategias y se toman las decisiones más trascendentes. Para ocupar esos puestos se les exige tener cierto nivel de formación y experiencia, que puede ser o no en la propia empresa familiar.
• Las de propiedad familiar, que son las que la familia mira solo como parte del patrimonio familiar, en la que los familiares desempeñar solo el rol de propietarios, de dueños, de accionistas, y es dirigida y operada por personas que no son parte de la familia. La familia sería algo más cercano a un inversor que se ocupa de preservar su inversión y de que esta arroje la mejor renta posible.
Los límites entre estos 3 tipos no están claramente marcados, y la mayoría de las veces conviven y se superponen en distinta medida. Esta diferenciación es solo posible en los libros de textos. Desde el momento de su fundación hasta que se cierra o se vende, la empresa es de propiedad familiar. Al comienzo también es de trabajo familiar porque eso, entre otras más, es una de las razones que llevaron al fundador a arrancar con su sueño; no ser empleado, trabajo para si mismo
Con el desarrollo y el aumento de la complejidad, con la evolución de la historia familiar y de cada uno de sus integrantes, puede pasar a ser una empresa cada vez más de dirección familiar y menos de trabajo familiar.
Y por último, en una etapa avanzada de su evolución, y por distintas causas que trataremos en otro momento, la empresa puede quedar solo como de propiedad familiar.
Los acuerdos que las familias empresarias deberán construir, las normas que deberán definir y poner a funcionar, serán diferentes en función de que tipo de empresa quieran ser en el futuro:
• Si quieren ser una empresa de trabajo familiar, deberán acordar cuales serán las condiciones para que los familiares ingresen a trabajar en la empresa, que requisitos deberá reunir el familiar que aspire a ingresar, que condiciones deberán darse en la empresa para que se produzca el ingreso, como será evaluado y remunerado ese trabajo, en que situaciones el familiar podrá ascender en la estructura, como serán elegidos los ocupantes de los puestos de mayor jerarquía cuando haya más aspirantes que lugares disponibles, quién y como decidirá la desvinculación de un familiar cuando su conducta o su desempeño no sea las esperadas, etc.
• Si quieren una empresa de dirección familiar, deberán acordar quien y como elegirá a los directores, quienes podrán ser elegidos y por cuanto tiempo podrán ejercer el cargo, como serán remunerados los familiares directores, que incompatibilidades no se admitirán, que otra relación podrán tener los familiares directores con la empresa, porque razones y con que procedimientos podrán ser removidos de sus cargos, etc.
• Si quieren una empresa de propiedad familiar, deberán acordar como se reunirán y tomarán las decisiones los familiares socios, como se hará la distribución de las utilidades obtenidas por la empresa cuando ello ocurra, cuanto se le pagará a los socios y cuanto quedará en la empresa para ser reinvertido, que fondos se reservarán para fines especiales sean estos empresariales o familiares, en que condiciones, a quien y a que precio podrá un familiar socio vender su participación societarias, etc.