Inflación y la confusión que nos produce
Con el término Inflación, nos referimos generalmente al aumento de los precios.
Por Ing. Alberto Bottai
Si bien es cierto que el aumento de los precios es multicausal es decir, que depende de factores estacionales, de oferta y demanda, del resto del mundo, etc., éste no es el caso de Argentina cuya moneda tiene una emisión tan descontrolada que, desde mediados del siglo pasado, viene produciendo el constante aumento de los precios y que torna despreciables los otros factores que también influyen.
Y si nos queda alguna duda sobre el continuo deterioro de nuestra moneda, observemos que desde los pesos moneda nacional, moneda vigente en el año 1969, la moneda argentina perdió trece (13) ceros hasta llegar a los actuales Pesos.
Distinto es el caso de otras economías, por ejemplo, como la norteamericana que, por el prestigio del dólar, puede permitirse el lujo de imprimir dólares sin respaldo, dado que en países como Argentina o Rusia son tan atesorados y escondidos que no aumenta la cantidad de dinero circulante.
También es cierto que los argentinos estamos sensibilizados con la inflación: Efectivamente, tal como aparecen las defensas ante un virus en el ser humano, también creamos anticuerpos para defendernos del aumento de precios, pero esto no es para siempre y se puede revertir.
Un buen ejemplo es que, en el rubro inmobiliario, luego de algunos años de aplicada la Convertibilidad, comenzaron a bajar los precios de los alquileres, situación jamás vista en nuestro país. En esta época, a nadie se le ocurría que el dólar podía llegar a subir y había ahorro de argentinos en pesos.
Esto claramente demuestra que nuestra tendencia mental cambia para adaptarse a la realidad que está viviendo y para que cambie, solo deberemos hacer las cosas distintas.
Pero otro de los problemas (y tal vez el más importante) que trae esta elevada inflación, es que nos impide ver que, en la actualidad, todos los bienes distintos a la tierra y sus construcciones, bajan de precio en moneda constante. Sí, efectivamente si comparamos el costo de cualquier electrodoméstico, viaje en avión o incluso alimentos en una moneda más estable como el dólar o Euro, vemos que todo experimenta, día a día una baja producida por la producción intensiva y el espectacular desarrollo tecnológico. Expliquemos mejor esto: Una docena de huevos, en los años 60, le costaba más a una familia de lo que le cuesta ahora donde hay una producción intensiva y automatizada. Pero como el Peso se devalúa más rápidamente, es difícil para los argentinos percibir esto.
En cambio, esto no ocurre con los inmuebles porque, al tener la tierra una superficie limitada que no se puede ampliar, los precios de los inmuebles suben constantemente en el mundo, aunque algunas veces tengan una disminución transitoria en un corto tiempo (como ocurre ahora en Argentina), derivada del momento de confusión y desconfianza en que vive nuestro país, donde el precio de propiedades en dólares ha tenido una retracción.
En este contexto, también existen algunos compradores que tienen una mirada distinta, los que dicen “esta película ya la vi” y no quiero desperdiciar el momento donde puedo invertir con comodidad y buenos precios.