Algunas condiciones para trabajar en la empresa de la familia
“Que se acostumbren a tener un jefe, a cumplir órdenes, a respetar las normas, y después vengan y entren a la empresa” recordó Carlos que les había dicho a sus hijos y sobrinos cuando les contó que con su hermano habían acordado que para que sus hijos entraran a trabajar en la empresa familiar, primero debían hacer una experiencia fuera de ella.
Mg. Sergio Messing
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Él me había llamado casi de urgencia, y queriendo identificar cuál era la causa de la emergencia, yo le había preguntado qué era lo que sus hijos y sobrinos conocían de los acuerdos establecidos entre los mayores.
Carlos y Rafael son los hermanos propietarios de una industria química radicada en Tierra del Fuego, fundada por su padre hace casi sesenta años. A través de su existencia, fue fabricando insumos para la industria que, hasta que su la empresa salió al mercado nacional, se importaban desde distintos lugares del mundo. Un caso típico de origen, desarrollo y consolidación a partir de la sustitución de importaciones.
Carlos tiene sesenta y cinco años, está casado desde hace treinta y cinco con Estela, y tienen tres hijos. Laura, la mayor, de treinta y tres, es Licenciada en Administración de Empresas. Matías, el del medio, tiene treinta y es Ingeniero Químico. Lucila, la menor, tiene veintiocho y es Ingeniera Industrial.
Rafael tiene sesenta y tres años, está divorciado de su mujer y convive desde hace quince años con Eugenia. Tiene dos hijos, Esteban de treinta y dos años, que es Ingeniero Industrial, y Olivia de veintinueve, que Contadora.
Hace diez años atrás, invitados por una corporación multinacional a la que le compran el principal de sus insumos, participaron de una serie de charlas sobre la temática de las empresas familiares, y de allí salieron con la decisión de iniciar el trabajo de planificación sucesoria, para lo que contrataron un consultor especializado. Durante ese proceso, entre otros aspectos, es que se pusieron de acuerdo en lo mencionado en el primer párrafo.
La teoría, y los conceptos aplicados en la práctica por las familias empresarias, propone como aconsejable que antes de incorporarse a la empresa que es propiedad de la familia, los hijos que quieran hacerlo tengan una experiencia de trabajo fuera de ella, para incorporar aprendizajes y desarrollar habilidades relacionales que por las características de los vínculos no podrían adquirir en la propia empresa familiar.
De los cinco sucesores de Carlos y Rafael, todos profesionales con títulos relacionados con la actividad principal de la empresa, solo la mayor de los hijos del primero, Laura, se incorporó a trabajar, y hoy es la Jefa de Tesorería.
¿Qué pasó con los demás?
Pasaron las cosas que pasan en la vida.
Matías se enamoró y se casó con una Licenciada en Turismo a la que le ofrecieron trabajo en un hotel en Río de Janeiro, y allí están viviendo desde hace tres años. Él consiguió un buen puesto de trabajo en una industria alimenticia, y allí están. Lucila, ni bien se recibió, ingresó a trabajar en una industria que es propiedad de un grupo empresario argentino, fue creciendo en su puesto, y hace seis meses que está en Buenos Aires como Responsable de Gestión de Calidad en otra de las empresas del grupo, con una remuneración que supera sus expectativas.
Esteban, cuando se encontró con lo que habían acordado entre su padre y su tío, decidió que prefería encarar un emprendimiento propio antes de tener que buscar trabajo en otra empresa para recién después poder ingresar en la de la familia. Sigue viviendo en la ciudad en la que nació, y tiene una pequeña industria alimenticia que está en proceso de expansión. Olivia está transitando su experiencia de trabajo fuera en una consultora internacional, haciendo una maestría, a la espera de cumplir con los requisitos para ingresar en la empresa de Carlos y Rafael.
Causas y consecuencias
Los acuerdos construidos por los familiares para regular la relación entre la familia y la empresa de la que son propietarios, siempre tienen beneficios y costos. Nunca son gratuitos, algo hay que dejar en el camino. Por eso, a la hora de acordar es muy importante que, con la teoría como marco de referencia, tengan en cuenta las situaciones particulares, se evalúen los costos posibles, y se acuerde con la flexibilidad necesaria como para esos acuerdos consideren las excepciones.
Carlos y Rafael se encuentran en una situación indeseada, con una edad en la que el margen de acción presente y futura se les reduce, y con una realidad en la vida de los potenciales sucesores en la conducción empresaria que deja abierto el camino para que solo uno de ellos, Laura, pueda ser, cuando los actuales propietarios no quieran o no puedan seguir, quien administre los destinos del patrimonio común.
¿Cómo viviría Laura que en un futuro más o menos cercano algunos de sus hermanos o primos volvieran, ingresaran a la empresa, y ocuparan un puesto de mayor jerarquía y proyección que el de ella?
¿Cómo se aseguraría la familia que cuando los actuales líderes se retiren, la empresa quede en manos de un familiar competente que pueda asegurar el desempeño esperado, si solo Laura está en carrera?
¿Cómo percibirían sus hermanos y sus primos que Laura sea ungida como líder de la empresa familiar sin tener ninguno de ellos esa posibilidad?
La generación de primos hizo su elección, con conciencia de lo que decidía, conociendo las reglas de juego, y por tanto son responsables por lo que decidieron. Es probable que el día mañana haya quejas o reclamos por parte de alguno, aunque nadie podrá cuestionar ni la legitimidad de los acuerdos familiares, ni la posibilidad y condiciones que se le ofrecían en la empresa familiar. Aun así, la situación tiene un alto potencial de conflictividad que se podría haber evitado. Es allí donde nace la urgencia de Carlos. Ve el posible incendio y no tiene ni el teléfono de los bomberos.
Algunas sugerencias para los que están a tiempo de acordar o modificar lo acordado sin que eso genere privilegios para algunos:
•Los conocimientos, experiencias y habilidades que se pueden adquirir fuera de la empresa familiar, pueden ser incorporadas dentro de la misma, trabajando en una capacitación rigurosa de los familiares que ingresan, en la planificación de una carrera laboral que los lleve a pasar por puestos de trabajo con una variedad de situaciones que los enriquezca y amplíe sus visiones, y por un inflexible cumplimiento de las normas de trabajo sin ninguna concesión originada en la condición de familiar.
•La experiencia de trabajo fuera de la empresa familiar tiene que ser presentada como una posibilidad y no como una condición cuyo cumplimiento se recompensará de alguna manera, y la familia debe trabajar para que los sucesores la comprendan y la perciban como una prolongación de su formación, y no como un desafío de trabajo. Esto, solo reducirá los riesgos de la tentación de seguir la carrera que se les abrió fuera.
Difícil pero no imposible. Un poco menos si se cuenta con ayuda profesional.