Impacto Económico
Jornada laboral: 6 de cada 10 argentinos ya trabaja menos de 8 horas diarias
El Gobierno propone reducir la cantidad de horas diarias por las que deberían contratar las empresas.
En un movimiento inusual que ha generado debate en todo el país, el gobierno argentino está proponiendo reducir la cantidad de horas diarias por las que las empresas deberían contratar a sus empleados. Sin embargo, un informe reciente del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA) advierte sobre las posibles consecuencias económicas de esta medida.
El informe de IDESA señala que en la actualidad, seis de cada diez argentinos ya trabajan menos de 8 horas diarias. Esto ha llevado a la preocupación de que una reducción adicional en la jornada laboral podría tener un efecto negativo en la economía, aumentando los precios de los productos y servicios.
El estudio de IDESA también critica la falta de consideración por parte del gobierno hacia la realidad laboral del país. Según el informe, "dos de cada tres trabajadores realizan tareas por menos de 40 horas semanales, lo que tornaría abstracta la discusión para la mayoría de los asalariados". En lugar de reducir la jornada laboral, IDESA sugiere que el enfoque debería centrarse en "ordenar el Estado y las instituciones laborales para crecer con más empleos de calidad".
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El informe de IDESA también compara la situación argentina con la de la Unión Europea, donde se está analizando la posibilidad de reducir la jornada laboral como una forma de evitar salarios más altos. Sin embargo, señala que en Europa, la discusión se centra más en mejorar la calidad de vida de los trabajadores que en aumentar el empleo.
Los datos recopilados por el INDEC en su Encuesta Permanente de Hogares también parecen contradecir la propuesta del gobierno. Según el informe, en 2023, un 15% de los asalariados en Argentina trabajaba más de 48 horas semanales, un 19% entre 40 y 48 horas, y un 66% menos de 40 horas semanales.
En este contexto, IDESA advierte que para reducir la jornada laboral a seis horas, las empresas deberían aumentar su productividad en un 33%. De lo contrario, el mayor costo de esta iniciativa se trasladaría a los precios de los productos y servicios.
El informe concluye que la principal preocupación no debería ser la cantidad de horas que trabajan los empleados, sino la falta de empleos de calidad en el país. IDESA subraya que "el principal desafío no pasa por compartir los pocos empleos de calidad que hay, sino por multiplicar los empleadores y las inversiones productivas".
En resumen, la propuesta del gobierno argentino de reducir la jornada laboral ha generado un intenso debate, con IDESA advirtiendo sobre posibles consecuencias económicas negativas si no se aborda adecuadamente la productividad y la calidad de los empleos en el país.