Entre 2002 y 2015, la inflación real acumulada fue de 1.385%
Hasta 2006 se toman los datos oficiales del INDEC y, a partir de 2007, de los trabajos de las consultoras privadas.
Desde el derrumbe de la convertibilidad hasta el fin de la gestión K, la inflación subió el 1.385%, con alzas anuales de 2 dígitos durante 11 de esos 14 años, según los datos del INDEC hasta 2006, y de mediciones privadas para los años siguientes.
Con el 40,9%, el pico inflacionario se registró en 2002 y la menor suba de precios, con el 3,7%, en 2003, luego de la fuerte “corrección” de precios y devaluación de comienzos del año anterior. Más tarde, la suba de los precios se “estabilizó” en más del 20% anual, con un pico del 38,7% en 2014, tras la suba del dólar de comienzos de ese año.
El 2016 arrancó con perspectivas inflacionarias altas, tras un fin de 2015 con subas promedio del 2,5% en noviembre y de 4% en diciembre. Enero promete alzas similares y aún mayores por el incremento de las tasas provinciales y municipales, los ajustes anuales en los servicios, a lo que se agrega el incremento del 6% en las naftas y del 5% en una lista más restringida de “precios cuidados”. Hacia delante hay incrementos en las tarifas de servicios públicos, otro aumento de los combustibles y la incidencia de las paritarias anuales.
Además, el contexto global con precios internacionales a la baja y las devaluaciones del yuan, del real y de otras monedas latinoamericanas neutralizaron en parte la propia devaluación del peso.
Pronósticos
Martín Polo, economista jefe de Analytica Consultores, estima para 2016 una inflación del 32%, con mayores incrementos en los servicios públicos y alimentos en el primer trimestre del año.
El ex secretario de Finanzas Guillermo Nielsen admite que, dado el poco tiempo transcurrido desde el cambio de Gobierno, aún no se conoce ni el plan fiscal ni el monetario ni el financiero, por lo que es difícil calcular la inflación futura, aunque arriesga que no podrá ser inferior al 30%.
Maximiliano Castillo, de la consultora ACM, dice que “por el momento”, sería del 36% punta a punta, cifra sujeta a los cambios que se hagan en las tarifas.
Fausto Spotorno, de Ferreres y Asociados, trabaja con varios escenarios, con una inflación de entre 29% y 38%, según la evolución del dólar, de las tasas y del crecimiento económico. “Si se recupera la actividad, se podrán mantener las tasas altas durante más tiempo y eso ayudaría a tener un tipo de cambio menor y una inflación más baja”.
Soledad Galletti, de Ecolatina, prevé para 2016 “una inflación en el orden del 30-35% que dependerá principalmente de lo que suceda en las paritarias (según el porcentaje de suba de salarios) y la quita de subsidios (suba de tarifas)”. Y agrega que “si el Gobierno logra coordinar las expectativas con incrementos nominales más acotados, la inflación puede cerrar 2016 en línea con la del año pasado. La credibilidad del Gobierno y lo que suceda con el acuerdo social –en particular con las paritarias– será clave”.
Nuevamente, la inflación, en especial en los alimentos, amenaza con agravar los ya altos niveles de indigencia y de pobreza. En tanto, si las paritarias se sitúan por debajo de la suba de los precios, esto podría agravar la caída del poder adquisitivo que se sintió con fuerza en la última parte de 2015.
Aun así, y en base a estos pronósticos, Alejandro Banzas, economista jefe de Reporte Económico, plantea que “si la inflación a lo largo del 2016 se ubica en un rango de entre el 35/38% habremos ingresado en un círculo no deseado de mayor devaluación, mayor traslado a precios, no consiguiendo mejorar la competitividad. El desafío aún es muy grande.
El Gobierno ya gastó su bala de plata con la devaluación, sin parecer resolver el problema estructural de la competitividad, logrando solamente restablecer el mercado único de cambios. La quita de retenciones conjuntamente con la devaluación implicó una fuerte redistribución de ingresos del sector asalariado hacia los sectores más fuertes de la economía argentina, quedando a la espera de ver qué le toca al segmento de asalariados y jubilados”.