Courier, fast fashion y ferias golpean el consumo
El textil argentino atraviesa su temporada más dura
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La caída del poder adquisitivo, la apertura de las importaciones puerta a puerta, el auge de plataformas como Shein y el refugio en opciones de segunda mano arman un combo que arrasa con el sector que registra una crisis en el consumo interno. Pese a las estrategias de venta, las empresas locales no venden acumulan stock y reducen personal.
Hasta 50% off, 3x4 en seleccionados, liquidación por cierre, cuotas sin interés, rebajas en efectivo. Las estrategias se multiplican local tras local, pero las ventas no repuntan. Solo con caminar por un centro comercial alcanza para evidenciar el fenómeno.
Pese a las distintas estrategias, el diagnóstico es el mismo: los precios encontraron su piso, pero la demanda no crece. Así, la industria textil se enfrenta a un crudo invierno en el que asoma una tormenta perfecta: derrumbe del consumo, aumento de los costos, explosión de compras al exterior y un cambio cultural en la compra tradicional.
Las estadísticas dan cuenta del panorama, pero sobre los números se imponen los nombres propios. Esta semana se conoció que dos grandes fábricas textiles mermarán su producción: la clásica marca de sweaters Mauro Sergio y la fabricante de calzado Dass avanzan en procesos de restructuración.
La histórica firma marplatense Textilana, que produce la línea Mauro Sergio, confirmó una reducción del 20% en su producción. El motivo: caída de ventas del 15% al 20% y exceso de stock por una temporada baja que se prolonga sin alivio. La empresa, que integra desde el hilado hasta la confección, mantenía precios accesibles, una plataforma e-commerce, tiendas propias y venta mayorista. Pero el vendaval provocó el despido de 50 trabajadores en esta primera etapa.
Dos carteles, una realidad: liquidación de mercadería mientras ya se alquila el local. Foto: Manuel Fabatía.
En tanto que el Grupo Dass anunció que un recorte del 40% del plantel en su planta de Eldorado, Misiones, ante una baja en la producción de 22.000 a 9.000 pares diarios. A comienzos de año, ya había cerrado la planta en Coronel Suárez. La reestructuración se impuso ante el desplome de pedidos de Nike, Adidas y Umbro ante la producción en países vecinos. “Frente a la pérdida de competitividad por los altos costos locales y las exigencias del mercado, sumado al nuevo contexto cambiario y comercial, agotamos todas las alternativas”, planteó la firma en un comunicado.
Explosión del "puerta a puerta"
Mientras las fábricas resienten su producción, el consumidor abraza nuevas opciones impulsados por la flexibilización de compras por internet al exterior. La liberalización del régimen puerta a puerta viene reportando un boom de operaciones desde que el gobierno nacional eliminó el Impuesto PAÍS para estas operaciones, amplió el límite del valor de USD 1.000 a USD 3.000 por envío, y eximió del pago de aranceles a los paquetes de hasta USD 400, siempre que no superen los cinco envíos anuales por persona.
Estos cambios favorecieron el acceso directo a productos antes restringidos. Según datos difundidos por la secretaría de Comercio, en los primeros cuatro meses de 2025, las compras al exterior realizadas a través de servicios de courier en Argentina alcanzaron los 59,8 millones de dólares. El doble de todo lo registrado en 2024.
Descuentos en efectivo y financiamiento, dos estrategias repetidas por los comercios. Foto: Manuel Fabatía.
El INDEC lo reflejó en el informe de junio Intercambio comercial argentino. El rubro “Resto” de las importaciones, que incluye las compras postales, creció un 260,3% y alcanzó un récord de USD 77 millones. Si bien la categoría no hace un desglose del tipo de bienes incluidos, se agrupa en este ítem las operaciones económicas individuales o de pequeño volumen que no encajan en Bienes de Capital, Intermedios, de Consumo, o Vehículos.
El impacto en el sector textil lo indagó la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI). De acuerdo a un informe elaborado en base a datos del INDEC y el BCRA, entre enero y mayo del 2025 hubo un "gasto récord de compras de ropa en el exterior". En ese período se gastaron más de u$s1.500 millones, que representa un crecimiento del 136%, un 9% por encima del anterior máximo registrado en 2017.
Ventas deprimidas y despidos
Por otra parte, la CIAI difundió un sondeo realizado en empresas del sector sobre la actividad en el tercer bimestre del año. La encuesta confirma un deterioro de la situación del sector: el 56% de las empresas reportó bajas en sus ventas y el 58% que no puede trasladar subas en los costos a los precios finales.
Descuentos en la segunda unidad y con efectivo estrategias repetidas por los comercios. Foto: Manuel Fabatía.
Respecto a los motivos, el 77% de los encuestados señalaron que “la falta de demanda es la principal preocupación”. Además, el 35% de las compañías señaló tener stocks excesivos: es decir, ropa fabricada que no se vende, pero que sigue generando costos de almacenamiento y riesgo de pérdida de valor.
Sobre las consecuencias, el 24% de las firmas indicó que optó por reducir su plantilla a través de jubilaciones y renuncias no reemplazadas. En tanto que un 18% señaló que directamente recurrió a los despidos. Mientras que la Fundación Protejer sostuvo en otro informe que la caída en el sector representa una pérdida de más de 10,6 mil puestos de trabajo en la primera parte del 2025.
El fenómeno Shein
El modelo de Shein —plataforma china líder en fast fashion— es citado por los textiles como un catalizador en el marco del nuevo paradigma del puerta a puerta. Con ropa ultrabarata, bombardeo digital con cupones, opciones infinitas de prendas y entregas de no más de dos meses, se volvió imbatible para el bolsillo local.
El propio titular de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria, Claudio Drescher, lo expresó sin rodeos: “La producción masiva y los precios muy bajos hacen imposible competir a los productores argentinos". Al punto tal que "muchas marcas locales optaron por importar la mayor parte de sus prendas en lugar de fabricarlas".
Shein y Temu, plataformas chinas con crecimiento exponencial en la compra por internet en el exterior. Foto: REUTERS.
Incluso grandes empresas internacionales se vieron obligadas a ajustar estrategias ante la irrupción de Shein en el mercado global. El caso testigo es el gigante norteamericano Forever 21, que semanas atrás se declaró en bancarrota, ligando su crisis a la imposibilidad de competir con el e-commerce asiático como Shein, Temu o AliExpress.
La opción de segunda mano
Pero no todo es compra de prendas nuevas. El cambio de hábitos de consumo no solo se explica por la digitalización. Otro fenómeno que crece en paralelo es el de las ferias americanas.
Originalmente una tendencia de clases medias y jóvenes con conciencia ambiental que optaban por darle una nueva vida a la ropa usada como elemento de economía circular, hoy también se extiende como solución para sectores con menos ingresos.
Las ferias americanas, una opción que crece para darle a la ropa una segunda vida a un precio más accesible. Foto: REUTERS.
Sin locales e impuestos, cada vez se ven más plazas o pequeñas extensiones de parque donde solo basta una manta en el suelo para poder exhibir indumentaria disponible para la venta que no solo requiere efectivo sino también por billeteras virtuales que cada vez tienen mayor adopción.
No solo es presencial. Cada vez son más los usuarios que venden prendas por vía digital sin intermediación de ninguna plataforma, solamente haciendo uso de historias en Instagram, publicaciones en MarketPlace o incluso mediante estados de WhatsApp.
Más allá de los extremos de la cuestión, el resultado impacta de lleno en los comercios formales que no logran hacer frente a desajustes en las variables económicas, cambio de hábitos de los consumidores y competencia global de precio, accesibilidad y volumen.