El “click” de la justicia
El lunes 10 de febrero quedará en la memoria de todos los santafesinos. Es el día que se implementó una nueva forma de hacer Justicia en la Provincia. Se logró como fruto de un acuerdo político y de la conciencia sobre la necesidad de mejorar el sistema, agilizar los procesos y abrirlos a toda la ciudadanía.
Por Ileana Hotschewer
Julio De Olazabal asumió como Fiscal General del Ministerio Público de la Acusación y manifestó hacerlo con gran alegría pero también con un alto nivel de responsabilidad. En relación a este momento tan importante el funcionario relata cómo fueron los primeros días del Nuevo Régimen Procesal Penal en Santa Fe.
-Asumimos el nuevo sistema procesal penal en Santa Fe con muchas expectativas y con gran alegría por lo que el cambio significa. Pero reconozco que también con mucha responsabilidad, porque en el nuevo sistema se ha desplazado toda la carga de la investigación en la Fiscalía, lo que implica un gran trabajo. El sistema está andando, estábamos preparados y hay puntos a destacar. En la primera semana ante un hecho de robo con cuatro actores y armas, se logró detener a los autores. Ante esto la Fiscalía pidió una audiencia y en el mismo día después de la misma esas personas estaban en prisión preventiva. En el viejo sistema, la resolución de este hecho, hubiese demorado mucho más. Esto denota un cambio abismal del nuevo sistema con respecto al viejo.
¿Qué se puede esperar y qué no del nuevo régimen?
El nuevo sistema es una mejora en la calidad de la Justicia. La Justicia Penal al ser secreta generaba desconfianza. La gente no solo no creía en lo que ocurría sino que además pensaba que había manejos turbios. Hoy, la ciudadanía va a poder ver lo que sucede y controlarnos, eso es un paso muy importante. No hay Justicia que pueda trabajar sin confianza. Esto es lo que se puede esperar. Sin embargo, lo que no se puede esperar, es que de forma mágica disminuyan los índices de hechos delictivos. La función de prevención es tarea de la policía. La Justicia actúa luego de cometido el delito. Quiero aclarar que NO porque un juicio se celebre más rápidamente se van a dejar de cometer delitos.
Para que pueda darse la reforma, fue vital el acuerdo entre los diferentes sectores, lo que mostró madurez en la dirigencia política ¿Qué les responde a las personas que le encuentran falencias?
Si seguíamos esperando corríamos el riesgo de que no se implemente. Que se deje de lado era un riesgo cercano. La crítica referida a la falta de experiencia es real, pero se logra trabajando, no hay otra manera. Hemos dictado cursos, convocado especialistas. Es cierto que faltan cosas para que todo esté completo pero hay dos datos importantes. La carga de trabajo partió de cero pero tenemos un margen para cubrir los baches. Se están celebrando concursos para los cargos de fiscales que están faltando. Ante la falta de empleados, la Corte Suprema y el Ejecutivo habilitó transitoriamente personal para colaborar. Esto fue una decisión política.
En palabras sencillas es como aprender a andar en bicicleta. No se aprende con la teoría, hay que subirse y golpearse. Así aprendimos a andar. Esto es algo similar. Lástima que aquí un error repercute en otras personas.
Como un hecho inédito le señalo que cada fiscal regional tendrá que constituir un Consejo Asesor Regional dentro de su área, que estará integrado por 3 personas provenientes de la política, 3 fiscales y 3 personas provenientes de organizaciones sociales. Este consejo los asesorará y les dará mayor inserción con la población. La que será luego trasladada al Fiscal General para conocer las problemáticas. Esto es una novedad absoluta.
Para comprender mejor aún el sistema, ¿Cuáles son los pasos del Juicio con sistema que se acaba de implementar?
Es una distancia muy grande. En el viejo sistema, al juez de instrucción se le exigía ser imparcial pero a su vez perseguir al delincuente. Era incompatible. Ahora al Juez se lo deja para dirigir y resolver el juicio. La investigación la hace el fiscal. Es rápida, preparatoria, sin expediente, vemos el material probatorio con el que contamos y pedimos audiencia cuando lo tenemos. Llamamos al imputado para hacerle conocer el motivo de la acusación y de ser necesario se le pide prisión preventiva. Luego se va al Juicio. El mismo es oral y a puertas abiertas, cualquiera pueda entrar. A un juicio escrito, no se podía acceder. El juicio oral es rápido y tiene concentración. Aunque dure varios días, comienza y termina. Allí hay sentencia. Esto es sorprendente.
¿Cómo cree que será el primer año de este nuevo sistema procesal penal?
Ya estamos en marcha, ahora el desafío es consolidarnos. Todavía tenemos que ver que nos está faltando. Pero estamos en marcha.
Ante la consulta iniciada con los sectores políticos para evaluar una Reforma de la Constitución Provincial, este hecho, ¿qué opinión le merece?
Voy a opinar desde mi función de Fiscal General. En nuestra Constitución Provincial, la figura de la Fiscalía no está contemplada. El procurador general es parte de la Corte. Algo equívoco. El acusador es parte del cuerpo que juzga. Cuando Argentina adhirió a Tratados Internacionales, se obligó a la realización de juicios acusatorios. Estos se inician con alguien que acusa, otro que defiende y alguien que juzga. Argentina está obligada a estructurar una Fiscalía independiente. Por ahora, salimos del paso diciendo que integra la Corte de manera independiente, pero hay que modificar la Constitución Provincial y ponerla en línea con los Tratados Internacionales y con la propia Constitución Nacional.