Las Pymes son parte de “una agenda urgente”
Tras señalar que en los últimos cuatro años cerraron 25.000 pymes y que, en 2019, cerraban dos en cada hora, Guillermo Merediz marcó la necesidad de “una intervención inmediata” en el sector por parte de los gobiernos. Además de la moratoria y una línea de financiamiento, aseguró que se analizan otras medidas.
El funcionario, que estuvo de visita en la región, se refirió a la situación “extremadamente complicada” que en los últimos años han vivido las pequeñas y medianas empresas en el país. “Han cerrado 25.000 Pymes en los últimos cuatro años, han bajado su persiana dos Pymes por hora en 2019. Para nosotros es una agenda urgente que necesita una intervención inmediata por parte del gobierno provincial y del nacional”.
-¿Será la modalidad de trabajo de esta Secretaría, llegar al territorio?
-El entramado Pyme es un entramado federal, denso, en el territorio de nuestro país, por eso nuestra agenda de trabajo permanentemente va a consistir en articular con los gobiernos, con las fuerzas vivas, con las universidades, los centros tecnológicos, las cámaras en las provincias, para trabajar en la realidad particular que tiene cada una. Cada provincia tiene sus problemáticas específicas, su desarrollo de oportunidades y desde el gobierno nacional queremos acompañar de manera articulada para poder promover el potencial de las empresas y el empresariado argentino, luego de las políticas que habían puesto el foco en la valorización financiera y no en la producción. El trabajo y el desarrollo de la pequeña y mediana empresa, requiere de una articulación muy fina y consistente en cada uno de los territorios.
-Esa agenda urgente permitirá salvar a muchas Pymes de la crisis, ayudarlas rápidamente a retomar la producción. ¿Cuál es la expectativa?
-Después de un esquema económico con una recesión muy fuerte en el país en los últimos dos años, de un aumento desproporcionado y sistemático de las tarifas de los servicios públicos, de un aumento de los costos con los que operan las empresas, de una falta total de financiamiento para la producción, para el capital de trabajo que las empresas necesitan para trabajar, se requiere de una intervención muy pronta. Este es un contexto muy complejo, una situación muy difícil del entramado productivo, particularmente de las Pymes, que requiere rápidas medidas, un acompañamiento sistemático y eso es lo que hacemos con las provincias.
-¿Qué impacto esperan que tenga la moratoria que entrará en vigencia por estas horas para el sector?
-Hablamos de medidas urgentes que tiendan a darle respiro a las empresas y particularmente a las Pymes que estaban ahogadas por esa coyuntura y la falta de financiamiento que les permita crecer y desarrollarse. La moratoria viene a poner blanco sobre negro este contexto dificilísimo que vivieron las empresas, que sin financiamiento terminaron prácticamente financiándose con la Afip a tasas usurarias y que implicó que una parte muy importante de nuestro entramado Pyme esté endeudado, imposibilitado de llevar adelante su correcto funcionamiento.
Es una moratoria muy importante. En articulación con la Afip, con el Ministerio de Economía, con el de Desarrollo productivo, trabajamos para que sea muy amplio y fácil el acceso de las Pymes al sistema. Es importante señalar que esto que ya se puso en marcha y finaliza el 30 de abril requiere por parte de las pequeñas y medianas empresas un certificado Pyme que es muy simple. Trabajamos desde el Ministerio para que las empresas, las provincias, los distintos actores del sistema productivo puedan difundir y hacer conocer a las pequeñas y medianas empresas la necesidad de inscribirse a través de la Afip para poder quedar incorporados a la moratoria.
-¿El requisito de obtener el certificado Mi Pyme no puede terminar restringiendo el acceso a la moratoria?
-Hemos encontrado en este primer mes y medio que llevamos un número muy importante de empresas que se han inscripto, llegamos ya a más de 716.000 empresas de monotributistas y autónomos que están inscriptos en el registro Pyme; un número de casi 120.000 empresas que se han inscripto en este año, lo que demuestra dos cosas: que es fácil inscribirse en el certificado Pyme y por otro lado, que hay una necesidad muy urgente de parte de las empresas de acceder a un dispositivo de financiamiento que mejore su condición. Pensamos la moratoria desde una perspectiva que mejore el perfil de financiamiento de las empresas que estaban llevando planes, con tasas usurarias. Con este reperfilamiento que hacen las empresas a partir de la moratoria logran un poco lo que estamos planteando en el escenario nacional: la necesidad que tiene nuestro país de tener aire, respiro, una cantidad de condiciones básicas para poder crecer y pagar sus deudas. Lo que estamos pidiendo en el ámbito nacional es lo que estamos haciendo para que tengan el respiro para poder crecer y desarrollarse.
Financiamiento
Merediz también expresó que las empresas necesitan para crecer y desarrollarse, poder financiarse. “En los últimos años se han financiado a tasas del 80, 90 y 100% y no hay ningún tipo de actividad económica que se pueda llevar adelante con un nivel de tasa semejante. Trabajamos en conjunto con las distintas áreas del Estado y en perspectiva con lo que está haciendo el Banco Central que ha descendido de manera muy fuerte la tasa de interés que está en el orden del 48% y que ha logrado que todas las pequeñas y medianas empresas se empiecen a financiar a partir de la flexibilización de los encajes bancarios al 35%”.