Una de cal y otra de arena
Las obras privadas marchan a buen ritmo, las provinciales parecen reactivarse y se suman las promesas fiscales nacionales. Pero faltan insumos, hay aumentos de precios en los materiales y las restricciones en pandemia renuevan los escollos.
“Desde nuestra institución celebramos estos anuncios. Están en sintonía con un trabajo que venimos realizando con el gobierno nacional a favor de la reconstrucción de la economía del país”. Sergio Winkelmann avaló los anuncios de Martin Guzmán, pero también advirtió por limitaciones sanitarias, de insumos importados o nacionales y por aumento de precios.
“La construcción en obras públicas y privadas son fundamentales para la reactivación de la economía”, apuntó el titular de la delegación Santa Fe de la Cámara Argentina de la Construcción, en diálogo con El Litoral.
En especial se detuvo en el proyecto de ley que “propone beneficios impositivos para la inversión en nuevos proyectos. Estamos hablando de Bienes Personales. Vamos a tener una exención de tres años sobre los activos financieros que se apliquen a las nuevas construcciones.
“Respecto a Ganancias, también vamos a tener un diferimiento en el impuesto a partir de que la obra esté finalizada”, dijo el empresario, aclarando que las ventajas sólo aplicarán a nuevos proyectos y no alcanzarán a los que están en desarrollo. “Es para obras nuevas, de aquí en adelante”, sostuvo ante la consulta.
“El otro proyecto es el de créditos hipotecarios con cuotas variables según el salario. Lo que hace esto es generar certeza en cuanto al impacto de la cuota de un grupo familiar. Será a medida de los ingresos del grupo familiar”, insistió.
En cuanto a la actividad del sector en el marco de la pandemia, respondió que “en lo que respecta a la obra privada, la pandemia impactó mucho pero es uno de los motores que está impulsando hoy la economía de la ciudad y la región, a pesar de las restricciones por efecto de la pandemia”.
Evaluó que el sector tiene un 70 % de empleo -unos 3 mil en la ciudad- mientras que las empresas de obra pública sólo ocupan un 40 % de su capacidad plena.
“En referencia a la obra pública, veníamos de una restricción. Vemos que se está reactivando, hemos tenido contactos en distintas áreas de la provincia, que nos han comentado de próximas licitaciones”. Refirió a distintas licitaciones de Vialidad Provincial, Aguas y del ministerio de Infraestructura.
Insumos en problemas
Al referírsele sobre falta de insumos importados o incluso nacionales en algunas cadenas productivas en el país, Winkelmann señaló que “no estamos ajenos al problema, son graves en la provisión de materiales: hemos tenido inconvenientes no sólo con materiales importados sino incluso con entregas de hierros, ladrillos y cemento.
“Hay gravísimos problemas de entrega y se notan aumentos en los precios. Quizás es especulación, pero estamos con problemas”, insistió el directivo. En cuanto a las restricciones del dólar y su impacto, añadió que “hay muchos productos que se componen con resinas importadas, que hoy con el tema de las restricciones al dólar, nos crea problemas.
En estos momentos -acotó- estamos haciendo una encuesta a todas las constructoras de la ciudad y del país, para ver los inconvenientes que estamos teniendo. La idea es impulsar medidas para superar el problema”.
Consultado si las restricciones al dólar hizo que los ahorristas se refugien en obras, Winkelmann dijo que “evidentemente sí. Hay una demanda muy grande. Parte de la falta de materiales es por eso, por muchísima obras chicas privadas que son producto de las restricciones al dólar”.
Fideicomisos
Las empresas usan esa figura legal para financiar obras privadas, pero padecieron postergaciones en el pago de bonos que apalancan financieramente los emprendimientos. “Se ha mejorado un poco pero no demasiado”, dijo Winkelmann, que sin embargo respondió ante la consulta que no hubo quebrantos y que las firmas locales que usan esas figuras tienen “credibilidad confianza”.
Demoras
De todas maneras el titular de la CAC delegación Santa Fe reconoció que hay problemas con los plazos de entrega de las obras, por cuanto las vallas financieras y las restricciones de protocolo sanitario se suman. “Dependemos de inversores, de la gente que apuesta a la seriedad de la constructora. Las empresas que se dedican en Santa Fe al desarrollo privado tienen prestigio. La situación fue comprometida para todos, pero hemos sabido sortear la mala racha y estamos saliendo”.
Sin contagios
“Seguimos trabajando con los municipios, con la Uocra, con el ministerio de Trabajo, para normalizar la cantidad de obreros. Estamos con una restricción de 10 por obra, más el personal técnico. Creo que hay emprendimientos de magnitud con mucha superficie que permiten trabajar con más empleados; hemos confeccionado un protocolo; no padecemos contagio”.
Winkelmann apuntó que “un obrero de la construcción se mueve con su moto, su auto, su bicicleta. No hay aglomeraciones. Se toman los recaudos para que a la hora de la comida haya distanciamientos adecuados de 2 metros. Eso hizo que no tengamos contagios y por eso insistimos ante la Municipalidad y el gobierno”.
Insistió en que “hemos preguntado empresa por empresa y la verdad es que no hay contagios”.