Tres meses de cuarentena sumaron 2,5 millones de empleos perdidos
Fue en el segundo trimestre del año, período en el cual el PBI cayó un 19 % según analizó Idesa.
En el país hay 1,3 millones de asalariados no registrados que perdieron sus empleos (el sector se retrotrajo -43 %) según calculó Idesa. A su vez los cuentapropistas son 900 mil menos (-29%) y los asalariados registrados marcaron -a pesar de la prohibición de los despidos- 300 mil puestos menos (-5%).
“En el 2º trimestre del 2020, período en el cual la cuarentena impuesta por el gobierno nacional fue la más rígida, el Producto Bruto Interno (PBI) de Argentina se contrajo un -19% respecto a igual período del año anterior”.
El Instituto para el Desarrollo Social de la Argentina (Idesa), que preside el economista Jorge Colina, señaló que la estrategia del país “se justificó se justificó en la priorización de la salud antes que la economía”.
Idesa expuso que “otro aspecto negativo que tuvo el confinamiento extremo es el impacto muy regresivo en la distribución del ingreso. El Coeficiente de Gini (que mide desigualdad) pasó de 0,434 a 0,451 en el 2º trimestre del 2020. Esto está asociado a la abrupta caída en la producción pero también a que las políticas públicas aplicadas distribuyeron los costos de manera muy desigual.
“Los empleados públicos, en general, mantuvieron su empleo y sus salarios. Los asalariados privados formales tuvieron pérdidas de empleos y reducciones de salarios en niveles acotados”.
Evaluó que en el país se reportan unos (el informe se difundió este domingo) 700 mil contagiados y 15 mil muertos. Y compara: “En Uruguay, sin cuarentena obligatoria, pero apelando a la responsabilidad ciudadana y a métodos científicos para la eficiencia en los testeos, la producción cayó casi la mitad (-11%) y reporta sólo 2.000 contagiados y 47 muertos”.
Luego de repasar que en el mercado de trabajo argentino “sólo la mitad de los ocupados son asalariados registrados con un empleador que puede mantenerles el salario. La otra mitad son cuentapropistas y asalariados no registrados a los cuales el freno de la economía los iba a dejar sin ingresos inmediatamente”.
El Indec reveló la pasada semana que en el 2º trimestre 2020, el empleo total cayó -21%, “es decir, una destrucción de 2,5 millones de empleos”. Idesa calculó que La caída se compone de la siguiente manera:
“Desde el punto de vista sanitario, el confinamiento estricto sirvió para posponer los contagios y las muertes. Pero la creciente saturación de la población junto con la ausencia de una estrategia eficiente de testeos masivos, llevaron a la multiplicación de los contagios y las muertes”, señaló el informe.
Lo que viene
“Desde el punto de vista laboral, la estrategia de prohibir los despidos y subsidiar a las empresas sirvió para contener los despidos en el sector formal. Sin embargo, la mayoría de las empresas privadas están financieramente muy golpeadas. Cabe prever que, así como se multiplicaron los contagios cuando la población se fue liberando, se producirán los despidos que hoy la prohibición y los subsidios están postergando”.
Ajuste selectivo
Idesa expuso que “otro aspecto negativo que tuvo el confinamiento extremo es el impacto muy regresivo en la distribución del ingreso. El Coeficiente de Gini (que mide desigualdad) pasó de 0,434 a 0,451 en el 2º trimestre del 2020. Esto está asociado a la abrupta caída en la producción pero también a que las políticas públicas aplicadas distribuyeron los costos de manera muy desigual”.
Señala el análisis que “el ajuste se concentró entre los cuentapropistas y los asalariados ‘en negro’, los segmentos más vulnerables de la población. Lo que los datos de desigualdad del INDEC confirman es que, tanto por limitaciones financieras como de capacidad de gestión, el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) no evitó que sean los pobres los que carguen con la mayor parte del sacrificio del confinamiento”.