“Se necesita una ley de maquinaria nacional”
La Cámara de Fabricantes de Maquinaria Agrícola cumple hoy 37 años. Para su presidente, se necesita consolidar el actual veranito del sector con una política que permita al sector transformar los planes sociales en empleos genuinos.
Por Federico Aguer
– ¿Qué balance hacen de este 2021 tan especial para todo el cluster nacional?
– El balance es positivo: venimos por segundo año consecutivo con un crecimiento entre el 20 y el 30 % en el aumento de la producción, y quizás un poquito más en moneda constante, debido a que las máquinas, por efecto del encarecimiento de los insumos también han aumentado de precio.
Estamos cerrando un ciclo muy bueno, porque también registramos un aumento de las exportaciones de un 60 % de incremento en el último año, lo cual nos da un poco de oxígeno justamente para sentarnos con el gobierno y plantearle que queremos seguir en esta senda, aunque seguimos necesitando insumos como para poder seguir y aumentar la producción.
Por eso creo que en el marco de la celebración de lo que fue el Día de la Maquinaria Agrícola y del cumpleaños 37 de nuestra cámara, son buenas noticias para compartir con todos los asociados y los clientes.
– ¿Porqué creció tanto el sector en estos dos años, en el marco de una economía paralizada?
– Son varias las razones, algunas positivas como parte del gobierno y otras circunstanciales y que pueden desaparecer. A diferencia del gobierno anterior, las tasas de los créditos han sido mucho más razonables, hay créditos con tasa, si se quiere, negativa. En el gobierno anterior la tasa era del 70 % y nos resultaba muy difícil vender con esa tasa de financiamiento.
Paralelamente, algo que también es positivo es que, ante una situación de crisis, uno tiene que administrar el comercio. Es decir, ante la escasez de dólares, el gobierno ha intentado administrar inteligentemente el comercio, tratando de priorizar lo que se fabrica en la Argentina versus lo importado. Y eso ha llevado a que algunos rubros que estaban en el 30 % de importación, hoy estén en el 10 %, y eso significa que ese 20 % se nacionalizó con productos fabricados en la Argentina con mano de obra local.
Paralelamente hay cosas que existieron y que son circunstanciales, como la pandemia, que generó una falta de transacciones a nivel mundial, los fletes se han encarecido o se han demorado y esto colaboró con le compre local. Y los precios de los commodities también subieron, aunque esto no es obra del gobierno.
Creemos que estos anabólicos que son circunstanciales van a tender a desaparecer. Así como la brecha cambiaria, que hoy está en niveles máximos y esto hace que el productor resté comprando dólares billete a precio oficial, porque una maquinaria es un bien cuyo valor perdura en el tiempo.
¿Qué debería incluir una ley para consolidar este momento?
– Lo que estamos buscando es que en este 2022 empecemos a trabajar en una Ley de Maquinaria Agrícola Nacional, porque es lo que nos va a dar sustentabilidad a lo largo del tiempo.
Son temas básicos: definir claramente cuando se considera un producto fabricado en la Argentina. Si se le agrega un 1 % del valor no es nacional, si se le agrega 100 % es obviamente totalmente nacional. Nosotros entendemos que entre el 50 y el 60 ya es algo que sigue impulsando el desarrollo local, la generación de empleo.
No nos olvidemos que estamos en una Argentina que tiene una demanda de puestos de trabajo, y entendemos que la industria tiene un rol para jugar ahí. En la medida que empecemos a transformar planes sociales en empleo genuino y desarmar esos planes sociales, en definitiva creo que los que estamos dentro del sistema pagando impuestos vamos a vernos favorecidos con reducción de impuestos, reducción de retenciones.
Pero si seguimos trayendo cosas de afuera pudiéndolas fabricar acá, entendemos que ese círculo en vez de ser virtuoso termina siendo vicioso. Porque alguien tiene que pagar a esa gente que hoy está fuera del sistema.
Nosotros tenemos una cadena de valor de 1.200 empresas, y en estos dos años se han generado algunas más. Implican algo más de 26.500 empleos directos, que en 2019 aumentaron un 20 %, por lo que hoy estamos arriba de las 32.000 personas en esa cadena de valor que es un trabajo de altísima calidad, porque la máquina ya no es solo el acero, es el acero más la tecnología. Entonces tenés desde ingenieros electrónicos, ingenieros en sistemas, técnicos de todo tipo. Si la maquinaria agrícola nacional aumenta un 1 %, implica la generación de 300 empleos directos. Es como generar una fábrica de sembradoras nueva que factura U$S 36 millones por año, y sirve como para dimensionar lo que significa crecer sólo un 1 % en la fabricación nacional de productos.
Obviamente que no estamos en contra de la importación, estamos a favor de tener reglas de juego claras, y que la banca oficial financia la actividad local, que no es ni más ni menos que lo que hace Brasil.