Santa Fe exporta genética porcina, como puede
Dos granjas licenciatarias de una firma líder a nivel mundial le ganaron el mercado boliviano a proveedores brasileños. Hoy concretaron la tercera partida de animales en pie hacia Santa Cruz de la Sierra. En uno de los establecimientos debieron salir en tractor hasta la ruta por falta de caminos.
Dos granjas porcinas de Santa Fe concretaron un nuevo envío de animales en pie hacia Bolivia, negocio que posiciona a la provincia como la única exportadora de genética del país.
Se trata del tercer envío que realizan hacia ese destino ambos establecimientos, uno de Rafaela y otro de Marcelino Escalada, representantes de la firma francesa Choice Genetics (miembro el grupo Grimaud, segundo holding de genética animal mutiespecie en el mundo).
La partida esta compuesta de 300 cachorritas -F1, para producir capones, y abuelas para fundar cabaña- más 22 machos, adquiridos por un distribuidor de Santa Cruz de la Sierra, que emprendieron un viaje de 80 horas en camión hacia el país vecino.
Rubén Alcaraz, titular del establecimiento Don Darío, en el departamento San Justo, comentó a Campolitoral que le ganaron el mercado a proveedores brasileños, quienes exportaban por el puerto de Corumbá (Mato Grosso central), una zona donde hay rabia animal y tuberculosis, enfermedades que no están establecidas en la provincia. “Si bien la cantidad de kilómetros es parecida, tenemos esa ventaja”. El proceso de habilitación implicó más de dos años de entrevistas e inspecciones sanitarias de Bolivia.
“Somos la única empresa en Argentina -dijo, en referencia a Choice Genetics- que hoy está haciendo este tipo de negocio”. Sin embargo, el empresario se manifestó muy molesto por las condiciones de la infraestructura vial y energética de su zona, factores que conspiran contra la actividad. En tal sentido manifestó que necesitan certezas desde el gobierno provincial: “que se ponga a ayudar o que nos digan que no lo van a hacer para cambiar la metodología de trabajo”.
En concreto, Alcaraz se quejó porque no cuenta con un camino consolidado -desde la ruta 11- para ingresar con insumos ni salir con la producción. Situación que empeora cuando, como anoche, se producen lluvias que lo hacen intransitable. Hoy la carga se realizó tras una precipitación que superó los 100mm (500 acumulados en el último mes). “Tengo que sacar 500 toneladas de trigo que tengo en la planta de silos, tengo que ingresar con maíz y expeller, sacar animales todas las semanas…”, protestó. Y remarcó que en el establecimiento tiene 180 nacimientos por semana, lo que exige una logística muy precisa. “No podemos estar entrando y saliendo con tractor”.
Por ejemplo, explicó que los animales que se cargaron hoy pasarán 80 horas en el camión hasta llegar al destino. Y ya suben estresados tras las sacudidas recibidas por el tránsito en el barro. “Todo eso lleva a un desgaste que puede repercutir en la calidad del producto entregado, porque el animal ya se carga nervioso”. En esas condiciones, indicó, bajan las defensas y son más propensos a enfermarse.
Por otra parte, la semana pasada sufrió un corte de energía un corte en el suministro eléctrico. “Pasó un vientito y tumbó 7 postes de energía trifásicos; y desde la EPE me dijeron que con suerte en una semana o diez días los reparaban”. Desencajado, Alcaraz planteó el costo y la complicación de tener que funcionar ese tiempo con un grupo electrógeno. “Estamos pagando una energía rural con mayor costo pero no están dadas las condiciones para producir”.
En tales circunstancias, se planteó cómo se puede pretender “ser el supermercado del mundo”. Y volvió a la carga: “el gobernador nos está pidiendo un arroz, una harina, una soja de Santa Fe y hoy tenemos un cerdo de Santa Fe; pero para tenerlo necesitamos que la granja tenga acceso y condiciones para poder cargarlos”.
Pese a todo, Alcaraz valoró especialmente “el compromiso que tiene el personal de la granja para poner buena voluntad ante estas condiciones de trabajo; este es el pilar fundamental de cualquier empresa”.