Santa Fe en la economía de punta
El Parque Tecnológico del Litoral Centro emplea a 420 personas, demanda más profesionales y exporta a 30 países. Pero tiene problemas con el dólar y la logística, y espera por la sanción de una ley.
“Siempre digo que las empresas basadas en conocimiento son a las que menos les pegan las crisis; ya sucedió después del tequila o de la burbuja financiera”. Eduardo Matozo, gerente general del Parque Tecnológico Litoral Centro, evaluó para El Litoral la situación de las empresas del sector en el marco de la pandemia y ante la falta de sanción de la ley de economía del conocimiento, aprobada en Diputados pero sin tratamiento en el Senado de la Nación.
Respecto de la situación en la pandemia, Matozo comentó que “hicimos una encuesta y las empresas de tecnologías de la información y la comunicación están trabajando más. Tenemos empresas biotecnológicas,de ingeniería, nanotecnología, servicios tecnológicos, electrónicas y tics; éstas dos últimas tienen más trabajo porque la virtualidad conlleva más ventas en el sector. Sobre todo por el desarrollo de los formatos no presenciales” de trabajo y comercio.
El gerente del PTLC recordó que “las de ingeniería tuvieron dos meses difíciles en el inicio de la pandemia, pero recuperaron nivel de facturación”. Sobre los problemas específicos de la paralización de actividades en los procesos de aislamiento o distanciamiento, expuso que “lo que persisten son problemas de logística para exportar por la ausencia de aviones. Al perder conectividad algunas empresas han padecido bajas en las ventas al exterior”.
Además apuntó ante la consulta que sin viajes de personas al exterior, “se pueden ampliar los negocios que se están haciendo, pero es difícil hacer nuevos clientes”.
Falta gente
Matozo le dijo que “el otro tema es cómo les afecta a las empresas de software el problema de personal. Por la falta de recursos humanos capacitados que es un problema de la Argentina, por la competencia de las grandes empresas (Mercado Libre, Globant, multinacionales) y por la disparidad cambiaria.
Sobre la cuestión del dólar explicó que “las empresas de tics tienen menos personal” a pesar de la mayor actividad. “Se han reconvertido” pero “hay desarrolladores que se han ido a Uruguay, por ejemplo. Se puede trabajar desde acá y cobrar en dólares. Se puede trabajar así para una empresa que está radicada en cualquier parte del mundo”, expuso el ingeniero Matozo.
Así, entre la falta de oferta de profesionales ya recibidos y la migración para empresas fuera del país, el sector tiene “una demanda superior a la oferta”. El crecimiento de los puestos de trabajo en las industrias basadas en conocimientos es significativo. “Incorpora 20 mil puestos por año genuinos”.
Matozo reseñó la necesidad ingenieros, técnicos, programadores. Apuntó que la oferta universitaria en la UNL y en Santa Fe, Rafaela y Rosario es importante, pero la cantidad de graduados no alcanza a cubrir los puestos de empleo disponibles.
Trabajo y exportaciones
El gerente del PTLC detalló que se realizó el año pasado un pedido de informe anual a las empresas, del cual se puede detallar que hay 370 personas trabajando en relación de dependencia directa, cifra que trepa a 420 puestos si se suman los tercerizados. Eso sumando profesionales, administrativos y servicios.
El 60 % tienen título terciario, universitario o más; el 10 % del total tiene posgrados”. En el PTLC, en el paraje El Pozo junto a la RN 168 en el acceso a la ciudad, hay “una gran empresa(Zelltek) , una mediana (Zoovet), una pequeña (Acronex Tecnologías) y el resto de las 18 firmas son micro.
Desde el Parque Tecnológico del Litoral Centro se exporta hoy a 30 países. El “ecosistema urbano” allí instalado reúne a los sectores científico-tecnológico, gubernamental y empresarial para “apoyar el crecimiento de empresas de base tecnológica con elevado perfil innovador”.
El PTLC pone infraestructura edilicia y de servicios al alcance de emprendedores y empresarios. Allí sucede la pre-incubación en módulos con amoblamiento de oficina, computadoras conectadas a Internet, telefonía, equipamiento de alta tecnología disponible para el emprendedor y sala de reuniones multimedia.
La incubadora incluye 5 laboratorios, 3 gabinetes y 8 oficinas que permiten llevar a cabo varios emprendimientos en forma simultánea.
La ley que falta
“El tema de la falta de la ley, a las tics les impacta. Se quedan sin promociones”, sentenció Matozo acerca de la falta de aprobación en el Senado nacional de un proyecto aprobado en 2019 casi por unanimidad en Diputados. La falta de una norma dio por finalizado de hecho un sistema de promoción que se convirtió en política de Estado desde que arrancó con la ley de software en 2014.
“A las biotecnológicas, las de nano que esperaban entrar, a nuevas de software que son pequeñas” también les afecta porque “los proyectos no se piensan de un día para el otro. Zelltek, por ejemplo, la primera biotecnológica del país incubada en el ámbito universitario argentino y vinculada estrechamente al sector científico tecnológico, empezó en 1992 y produjo su primer “gramo” de Eritropoyetina Humana Recombinante (rhEPO) en el año 2000.
“Hay que proyectar en el tiempo”, insistió Matozo, quien explicó que el Parque está en contacto con el ministerio de Desarrollo Productivo que “está trabajando en la redacción de la reglamentación de la ley y son optimistas que este año se sanciona. Pero no hemos estado en contacto con los senadores”, respondió el directivo.