Prometen un rápido tratamiento del proyecto de ley de Fomento al Desarrollo Agroindustrial
El proyecto de ley de Fomento al Desarrollo Agroindustrial dio un paso más en el Congreso.
Luego de ser ingresado en la Cámara de Diputados el año pasado, y semanas atrás ser incluido en la agenda de las Sesiones Extraordinarias previstas para este mes, este martes se realizó una reunión preliminar sobre el tema con la presencia de Sergio Massa, titular de la cámara baja, el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, y ocho representantes del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA).
“Valoramos que el proyecto tenga estado parlamentario y haya sido incluido en el temario de las Sesiones Extraordinarias, y en ese marco que se haya realizado esta reunión preliminar donde analizamos los puntos centrales de la iniciativa”, dijo Alfredo Paseyro, director ejecutivo de la Asociación de Semilleros Argentinos y coordinador del proyecto por parte del CAA.
Massa remarcó “la enorme virtud de la construcción de consenso entre el sector público y privado. El gobierno y el campo no son enemigos sino que se pueden poner de acuerdo”.
Y destacó que “la agroindustria es el mejor aliado de la Argentina” y que “este proyecto va en línea con la gestión del conocimiento y las innovaciones, que es lo que se busca en todo el mundo”. Y abogó por agregar valor, porque “actualmente Argentina, en promedio, exporta por US$ 650 la tonelada e importa por más del doble: US$1300″.
Domínguez sostuvo que la iniciativa es “una apuesta a la industrialización”. En ese sentido, subrayó “la decisión de todo el sector de ir hacia un cambio de paradigma en el sistema de producción argentina y marcar un sendero industrial; el salto que definitivamente el país tiene que dar. Tenemos que industrializar el país”.
También estuvieron presentes dos funcionarios del ministerio de Agricultura: el secretario de Relaciones Institucionales, Jorge Solmi, y el secretario de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional, Luis Contigiani.
En representación del CAA, además de Paseyro participaron Agustin Tejeda (Bolsa de Cereales); David Miazzo (FADA, Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina); Martín Rosenkjaer (CLERA, Cámara de Legumbres de la República Argentina); Adolfo Franke (Asociación Argentina de Productores Porcinos); Roberto Domenech (CEPA, Centro de Empresas Procesadoras Avícolas); Dardo Chiesa (Mesa Nacional de Carnes) y Silvina Campos Carles (Coninagro).
Paseyro resumió “los contenidos del proyecto para crear el Régimen de Fomento al Desarrollo Agroindustrial Federal, Inclusivo, Sustentable y Exportador. Y repasó cómo avanzó políticamente a través de diálogos y acuerdos entre los actores públicos y privados”.
Sin embargo, advirtió que hubo límites en función de “algunas restricciones presupuestarias por parte del Estado que no nos permitieron incluir inquietudes que planteamos, como por ejemplo una revisión de las retenciones”.
Con todo, el debate está abierto y ahora se discute una vigencia más extendida en el tiempo que los 5 años previstos. Desde el CAA plantean que rija por diez años con la posibilidad de una prórroga por otra década más, de manera que contemple las inversiones a largo plazo, como puede ser el caso de la actividad forestal.
Massa remarcó “la enorme virtud de construcción de consenso entre el sector público y privado. El gobierno y el campo no son enemigosMassoMassa ponderó que “hace 40 o 50 años que nuestro proyecto de desarrollo económico está trabado en la discusión de cómo exportamos trabajo argentino” y afirmó que con la agroindustria “es posible generar una política de estado a 10 años o más que permita promover la generación de valor agregado, empleo y aumento de exportaciones”.
Los objetivos tienen foco en más exportaciones y creación de 160.000 empleos
Al respecto, Paseyro consideró que si se piensa a la agroindustria como una aportante de dólares para apuntalar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, es oportuno trazar un escenario de estabilidad de los beneficios fiscales que promuevan mayores exportaciones. Y destacó que “se espera sumar US$ 7000 millones y 160.000 empleos a la economía argentina”
Se repasaron aspectos puntuales de la producción de cereales y oleaginosas, de las carnes (vacuna, aviar y porcina) y como una de las economías regionales se tomó en cuenta el caso de las legumbres.
También se puso el acento en que la normativa implique mecanismos simples, convencidos de que la eventual ley tendrá impacto en la medida que sea accesible para los productores agroindustriales. Y se analizaron algunas mejoras en los incentivos y la aceleración de amortizaciones previstas para nuevas inversiones, compras de semillas y fertilizantes, devolución del IVA para inversiones especiales y cambios en el sistema de valuación de hacienda para el pago del Impuesto a las Ganancias.
Domínguez también se refirió a los desafíos ante el cambio climático y destacó que “es la manera de dar respuesta es a través de la biotecnología”. En ese marco, señaló la importancia de que “Argentina tenga una ley de semillas compatible al cambio climático y a la necesidad de invertir en conocimiento del país”.
Tanto el ministro como el presidente de la Cámara de Diputados comprometieron sus “mayores esfuerzos para que la ley se trate” y sugirieron que se gestione también con legisladores de la oposición para evaluar eventuales mejoras a la normativa.