¿Por qué un productor argentino recibe casi 200 dólares menos que sus pares de la región?
En un comunicado, la Asociación de Productores del Norte (Apronor) desglosó el precio de la soja para explicar que están muy lejos de cobrar lo que cree la opinión pública. Sobre todo ellos, que además tienen un flete a puerto de $3.500 por tonelada.
“Para todos aquellos que dicen: vos sí que estás bien con la soja a más de U$S 500, les pedimos solo unos minutos para explicarles cuán lejos estamos de esa realidad. Las cosas no siempre son como aparentan”, comienza el comunicado de Apronor (Asociación de Productores del Norte).
A continuación explican la situación en base al valor de la soja del día martes, cuando la tonelada cerró en Chicago en u$s585, mientras en Argentina valió $31.750. “Parece un número interesante pero no lo es, porque si lo pasamos a dólar divisa Banco Nación ($94,98) nos da u$s334, ¡un 43% menos que el valor internacional!”, alertan. Esa quita obedece al 33% de derechos de exportación (mal llamadas “retenciones”, porque no vuelven) y el resto a flete internacional. “Es decir hay una diferencia de u$s193 menos con respecto a lo que recibe un productor de Bolivia, Paraguay o Brasil”, denuncia la organización con sede en Tucumán.
A su vez, advierten: “pero ahí no termina, sigamos restando?” Al valor de la tonelada, también se deben descontar $3.500 de flete a Puerto (para los ubicados más al norte es aún mayor) y un 5% aproximadamente entre gastos de comercialización e impuesto a los débitos y a los créditos. Antes, hubo que pagar todos los costos de producción e insumos “que cotizan en dólares y con incrementos que superan el 30%”, para finalmente “sobre esa pobre rentabilidad hay que pagar un 35% de ganancias!!!”.
“Para todos los que defienden y se alegran cuando aumentan las retenciones deberían saber que desde el año 2002 al 2019 desaparecieron en el país 82.119 productores y esto no es un mero número; son familias que dejaron sus pueblos para ir a vivir a la ciudad y tratar de buscar una fuente de trabajo, con el desarraigo y la gran tristeza que ello implica”, agregan.
A esos argentinos que miran con simpatía el impuesto a las exportaciones, también les aclaran que las retenciones “pegan mucho más aquí, en el norte, porque estamos alejados de los puertos y porque tenemos otro clima que nos condena a rendimientos más bajos que en la zona núcleo”.
Y finalizan: “este es el robo del siglo, el robo a la producción argentina que a pesar de ser millones de dólares los que ingresan al país gracias a nuestras producciones, nada alcanza para mantener a un estado ocioso y obsoleto, manejado por inoperantes”.