Peso mínimo de faena: un “parteaguas” entre las industrias frigoríficas
La baja de 300 a 250 kilos en pié sólo para hembras fue aplaudida por consumeros y repudiada por exportadores. “Es una clara medida de ayuda al criador”, afirmó FIFRA. En cambio para el Consorcio ABC “se producirá menos volumen de carnes”.
La decisión del gobierno nacional de modificar la normativa que regula el peso mínimo de faena bovina, con una disminución para las hembras, generó posturas encontradas en la industria frigorífica nacional.
Tras la publicación en el Boletín Oficial, ayer miércoles, de la resolución 74/19 de la Secretaría de Agroindustria de la Nación, por medio de la cual se establece un nuevo mínimo de 140 kilogramos res con hueso (equivalente a unos 250 kilos en pié), desde el Consorcio Exportador ABC se manifestaron críticos, mientras desde la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA) alabaron la iniciativa.
Las industrias exportadoras, en un comunicado consideraron que la medida “atenta contra la producción de carnes de Argentina”, por lo que la entidad “lamenta” el hecho y “considera que se ha retrocedido de manera categórica” en el plano productivo. El pronóstico de la Cámara es que “se producirá menos volumen de carnes, a contramano total de las políticas de los países competidores, que incentivan permanentemente la faena de animales pesados y la recuperación en kilogramos del stock ganadero”.
Tras anticipar que volverán a verse en el país medias reses de 70 kilogramos, consideraron que la situación terminará “favoreciendo a determinados intereses particulares y castigando al bien general de todos los operadores de la cadena de ganados y carnes”. Luego afirman que la resolución incentivará la informalidad, aspecto al que se debería combatir como eje de una política de recuperación del sector.
Como principal argumento, ABC repasó los efectos de una baja temporal por tres meses que hubo en 2018 para paliar los efectos de la sequía. “Se mataron 73.000 animales livianos más que en el mismo trimestres del año anterior. Esto significó una pérdida en el peso promedio de faena de hembras de 6 kg, y una pérdida de producto de 5.300 toneladas de carne. Con la nueva medida Argentina producirá 22.000 toneladas de carne menos al año por un valor de 100 millones de dólares”. Un efecto indeseado -plantean- “en momentos que Argentina necesita más volumen de carne para abastecer el mercado doméstico e incrementar la oferta de carnes”.
FIFRA, en cambio, observó “con beneplácito” la decisión del gobierno y recordó que la solicitaban desde hace tiempo. El motivo central, de índole biológico, radica en que llevar una ternera al peso mínimo de 300 kilos redundaba en un castigo económico para el productor debido a “la ineficiencia de conversión de ese animal respecto del macho”. Aunque también consideraron razones de “regiones productivas, razas de hacienda, disponibilidad de alimentos, económicas y financieras” para avalar un diferencial en el peso mínimo de faena entre machos y hembras.
La decisión oficial -consideraron- “implica una ayuda económica indirecta pero efectiva a los productores; implicará un mejor valor para la venta de las terneras en la presente zafra, y para los que dispongan de alimentos, poder venderlas terminadas y así mejorar sus ingresos. Es una clara medida de ayuda al criador y productor ganadero”.
Por otra parte, pronosticaron que -en virtud de la caída en la cantidad de animales encerrados en corrales hacia finales de 2018 y comienzo de 2019- “ayudará para que haya en lo inmediato un mayor encierre y consiguientemente una reactivación de ese sector”.
Sobre el final, FIFRA refuta a ABC: “esta decisión no ocasiona una menor producción de carne como algunos intentan hacer creer; por el contrario, permite que muchos teneros vayan a la producción de novillos porque el consumo estará suficientemente abastecido”.