Perotti sobre la carne: “del cepo quedó muy poco”
El gobernador santafesino relativizó las restricciones al comercio exterior, aunque admitió el perjuicio que genera la intervención del mercado a productores y operarios de la industria. “No ha habido despidos”, dijo, y abogó por controles eficientes “para que no haya ningún pícaro” que venda lo que está prohibido.
Omar Perotti, gobernador de Santa Fe, una de las provincias más perjudicadas por la intervención nacional al mercado de carnes, sostuvo que “del decreto inicial y de cepo quedó muy poco; porque desde aquel momento de cierre, todas las conversaciones fueron permitiendo que las distintas cuotas de exportación se vayan manteniendo”.
Tras su paso por Buenos Aires, donde asistió a la asunción de los nuevos integrantes del gabinete nacional, se refirió en esos términos al cierre total que luego derivó en un tope de 50% y la prohibición de exportar los llamados “cortes populares”, aún si fueran de categorías que no tienen demanda interna como la vaca de conserva que compra el mercado chino.
“Todos saben lo que pienso con respecto al tema de las carnes”, dijo el mandatario en diálogo con una emisora local. Y agregó: “sin dudas aquel decreto inicial cambió y mucho”, en referencia a la Resolución 75 del Ministerio de Agricultura que suspendió las exportaciones por 30 días, el 19 de mayo último. Prohibición que luego se extendió, mediante el decreto 408, hasta el 31 de diciembre para 7 cortes (asado, falda, matambre, tapa de asado, cuadrada, paleta y vacío), además de reses, medias reses (enteras o incompletas) y cuartos delantero y trasero; permitiendo embarcar cuotas (Hilton, 481 y EE.UU.) y sólo el 50% de la carne no comprendida en la prohibición, ítem que inicialmente se estableció hasta el 31 de agosto, luego prorrogado hasta el 31 de octubre por la Resolución conjunta n°7 de las carteras de Agricultura y Desarrollo Productivo.
Sin embargo Perotti admitió que es preciso “terminar de encontrar la instancia que hoy nos permita optimizar el funcionamiento de la comercialización de los productores, en lo que respecta a la vaca de conserva, que en algunos frigoríficos tiene una actividad mayor, porque le venden a china y a veces no tenerlo operativo porque no está habilitada lleva a menos días de faena sean menores”.
También desmintió que se hubieran perdido puestos de trabajo en la provincia. “No llega a los despidos (el efecto de la intervención), porque no ha habido despidos en los frigoríficos en la provincia de Santa Fe, pero sí impacta en los convenios laborales, porque todos los convenios por productividad y horas extras no están y eso se ve en los bolsillos de los trabajadores de la carne”, admitió.
El gobernador consideró que “hay mecanismos con los cuales se puede reestablecer eso (la venta de vacas a China) sin que signifique una suba de precio de la carne al consumidor en el mercado interno; porque son animales que no van al mercado interno y se puede controlar para que no haya ningún pícaro en la industria frigorífica que tergiverse el tipo de animal faenado y la nomenclatura arancelaria de exportación”. Para evitar esto, dijo, “los controles tienen que dejarlo resguardado para que no sea el productor el perjudicado”.
Finalmente, el mandatario remarcó que la agroindustria es un “sector clave y estratégico para Argentina”, sobre todo para conseguir las divisas que precisas otros rubros de la economía. “Hay que trabajar y definir un horizonte de mediano y largo plazo, porque es allí donde tenemos un potencial importante de los dólares que necesitamos en el país para que el sector industrial pueda tener sus insumos, entonces con ese sector (el agroindustrial) hay que funcionar al 100% de su potencialidad”.