Para la mayoría de las pequeñas y medianas empresas de rosario el año fue “muy duro”
El año 2018 terminó siendo uno de los más retraídos y complejos de los últimos tiempos. Con pocos créditos accesibles, una inflación de casi el 50%, apertura de importaciones, una mega devaluación de la moneda estadounidense, pérdida de poder adquisitivo, caída del consumo, entre otros factores, generaron que las empresas pequeñas y medianas tuvieran un año para el olvido.
Por Ignacio Pellizzón
“Para el sector que representamos, fundamentalmente las empresas pymes del comercio, fue un año muy duro y así lo demuestras las cifras: cerramos el ciclo con un 6% de volumen negativos de venta con referencia al 2017”, señaló a Mirador Provincial el titular de la Asociación Empresaria de Rosario (AER), Ricardo Diab.
Cabe destacar que el 2017 “ya fue inferior al 2016”, dijo y señaló: “Es decir, hay una acumulación de negatividad. Desde 2015 al 2018 la caída en total rondaría el 16% en volumen general”.
Los números cantan una negatividad y un año muy problemático para el sector pyme, con lo cual “no vemos una resolución inmediata, tampoco vemos motivos que generen un cambio en el corto plazo”, afirmó.
Los que peor la pasaron en 2018, según AER, fueron los rubros de: Electrodomésticos, Línea Blanca, Indumentaria, Calzado, Marroquinería.
Finalmente, Diab cerró: “Nos vemos que el gobierno esté dispuesto a cambiar la estrategia política y económica. Si bien en los años electorales suele haber un cierto jolgorio económico, no vemos que la situación pueda mejorar”.
La municipalidad preocupada
Germán Giró es el secretario de Producción de la Municipalidad de Rosario y dialogó en exclusiva con Mirador Provincial en el marco de la celebración de fin de año que realizó la Asociación de Industriales Metalúrgicos (AIM) en su sede.
“El año fue difícil, con una fuerte retracción en la industria y en general. Intentamos culminar nuestros proyectos como el lanzamiento de una nueva plataforma para la renovación y habilitación de los locales en Rosario, lo cual no es un tema estructural pero sí hace a la eficiencia”, adelantó.
“También estamos trabajando, de cara al 2019, en algunos proyectos que tienen que ver con las ordenanzas de radicaciones. Venimos haciendo hincapié en este tema con varias secretarías para tratar de clarificar procesos y cuestiones del suelo industrial”, expresó Giró.
En Rosario, “hemos visto desde septiembre un recrudecimiento de los índices. La actividad de la ciudad empezó a desmejorar en diferentes rubros. Si bien hay sectores de servicio que se mantuvieron medianamente estables, algunos de la actividad industrial como la manufacturera, pero en general necesitamos que Argentina estabilice su economía”, dijo el secretario.
“Es fundamental que se plasme un modelo de desarrollo, porque detectamos en la economía real mucha preocupación. La industria es un motor de desarrollo y los países más desarrollados hacen foco en esto”, culminó Giró.
La voz de los empresarios
Para el presidente de aberturas Herradep, Antonio Demasi, “fue un año complicado, porque veníamos de un diciembre duro. Pensamos que podía llegar a repuntar, pero se empezó a complejizar con el salto del dólar y el acomodo financiero retrajo muchas esperanzas”.
“De a poco algunos fueron reactivándose, pero el balance es nulo o negativo. Siempre estamos a la expectativa de remontar y salir adelante, pero no vemos las medidas adecuadas a esta situación y tenemos en claro que debemos arrancar en algún momento”.
Entendiendo el momento complicado “no hemos despedido gente, pero cuesta mantener algo de rentabilidad. Estamos sin crédito, atravesando un momento difícil, pero con expectativa de que mejore”, agregó el titular de la firma.
“Yo estoy de acuerdo que no abramos al mundo, pero hay que igualar las condiciones con los de afuera, porque si vos acá tenés una alta carga impositiva y los de afuera tienen beneficio por exportar se te hace difícil por más que uno quiera”, sumó Demasi.
“Otro tema es el miedo a tomar gente, por la crisis, por lo de la ley de ART y los juicios laborales que van en incremento y esto perjudica para que las empresas podamos crecer. A veces da miedo de sumar personal y más aún en un contexto inseguro”, apuntó.
“La devaluación y la inflación nos afectaron, porque tuvimos cambios de precios muy importantes, como el aluminio en nuestro caso que es importado, y esto atacó directamente al bolsillo de los que compran y a los vendedores también. No obstante, no creo que sea lo peor porque ayuda a los que exportan, pero el mercado interno está retraído y con los altos impuestos se complica bastante”, cerró el empresario metalúrgico.
Otro de los consultados por este medio, es Carlos Alberto Galfione de Inear S.A., una empresa agropartista que se desenvuelve como proveedor de la industria de la maquinaria agrícola, fabrica llantas.
Sobre el balance anual Galfione fue claro y conciso: “Este 2018 para nuestro mercado fue un buen año hasta el mes de agosto. A partir de allí las ventas cayeron abruptamente y hoy estamos llegando con la mitad del personal con el que arrancamos al principio”.
Las expectativas para el 2019 “no se terminan de definir” dijo y agregó: “Entramos en un período de vacaciones, pero no dejamos de tener esperanzas de que, en febrero, marzo se pueda reactivar el mercado”.
“En particular en nuestro rubro, nos faltó coordinación en el ámbito de la esfera nacional que regula al mercado del cual somos proveedores y, por supuesto, el contexto económico financiero que tampoco permite desarrollar otros productos, otras actividades si no tenes tasas de interés razonables para la inversión”, describió Galfione.
“Tenemos esperanzas de que se pueda mejorar la situación, aunque no tenemos ninguna información que nos indique algo que nos lleve a ese camino, pero tenemos fe de que se pueda revertir el contexto y podamos reimpulsarnos”, culminó el titular de Inear S.A.