Maíz, la mejor apuesta agrícola en el centro norte santafesino
Ofrece más margen que soja y girasol, cuyos precios no son buenos para los rindes normales en la región. Además, podría haber un repunte del valor del cereal si la cosecha norteamericana refleja la importante demora que hubo en la siembra.
El maíz, que ya comenzó a sembrarse en algunas zonas del centro norte santafesino, se perfila como el cultivo con mejores perspectivas de negocio para los chacareros de la región, ante un ajustado margen de la soja y el girasol.
“Te diría que es la mejor apuesta que se puede hacer en materia agrícola”, consideró el asesor y consejero del Centro Regional Santa Fe de INTA, José Alonso. Como productor en la zona de Videla, departamento San Justo, planteó que con los valores actuales a cosecha, tanto el girasol como la soja no ofrecen gran atractivo. No es el caso del maíz, que aún puede tener un salto importante si se confirma el fuerte recorte de rindes que Alonso supone en la campaña norteamericana.
“Hay una gran incertidumbre con lo que va a pasar con EE.UU., que es el mayor oferente del mundo”, indicó a Campolitoral, y evaluó que los informes del USDA (Departamento de Agricultura norteamericano) aún no reflejan en la estimación de rindes un aspecto clave como el retraso de un mes en la siembra. El dato es crucial con una superficie similar a la anterior. “(El organismo) dio un rendimiento promedio inferior en 3 o 4 %; cualquier agricultor sabe que si siembra un mes tarde como mínimo el rinde bajará 10 o 15 %”, indicó. Si así ocurriera, “EE.UU. se quedaría sin stocks” y los precios a cosecha podrían elevarse hasta “u$ s 200/220 a cosecha si lo que yo digo y piensan algunas personas es verdad”.
“El rendimiento de indiferencia en maíces de primera está entre 68 y 75 quintales, según el nivel de insumos”, dijo Alonso. Foto: Archivo
Mientras tanto, en la región Alonso nota una predisposición entre sus colegas a sembrar más maíz. “El rendimiento de indiferencia en maíces de primera está entre 68 y 75 quintales, según el nivel de insumos”, dijo, frente a rendimientos promedio en algunos sectores buenos de 85 quintales y en 70 las marginales. “O sea que la ecuación es un poquito mejor (que en girasol y soja), por eso me parece la apuesta más importante; veo mucha gente sembrando y hay buenas perspectivas para el cultivo en la zona”.
El asesor indicó que ya están finalizando las siembras de girasol en el distrito, cultivo que al igual que la soja ofrece poco margen. A pesar de la buena humedad del suelo, “no hay mucho porque el precio no ayuda este año”. Excepto para algunos planteos alto oleicos, que ofrecen primas en el precio de venta de u$ s 40 a u$ s 60, el precio a u$ s 240 no es atractivo con los rindes que suelen obtenerse en la zona de 26 quintales por hectárea. En esas condiciones y según los comentarios, “vamos a estar 30 o 40% abajo en superficie, porque los números son muy ajustados y a esos valores hay mucha gente que queda afuera”.
De todos modos, consideró viable la posibilidad de sembrar un ciclo corto para “poner arriba un maíz de tercera, en los primeros días de enero y eso mejora la ecuación”. Es una estrategia que empieza a verse más seguido en la zona, pero tiene una gran exigencia logística porque demanda sembrar prácticamente mientras se trilla el girasol.
La soja, con un precio parecido, tiene la misma perspectiva. Especialmente porque al norte de la ruta 19, que conecta la capital provincial con Córdoba, “los rendimientos vienen decreciendo”. Por ejemplo, la media histórica en Videla es de 26 o 27 quintales de soja. Y a u$ s 240 o 245 a cosecha “tenés un rendimiento de indiferencia de soja de primera de 33 quintales y piquito”.