Maíz de segunda: cayó 30% la producción del centro norte santafesino
El Sistema de Estimaciones Agrícolas dio por finalizada la campaña, que pese a haber incrementado la superficie sembrada arrojó una pérdida de 152.501 toneladas frente al ciclo anterior. La razón está en el derrumbe del 31.6% del rendimiento promedio.
El maíz de segunda en el centro norte de Santa Fe cerró una campaña marcada por fuertes daños a causa de la sequía: la producción de grano comercial ascendió a 353.654 toneladas, 30% menos que el año pasado, cuando se trillaron 506.155 toneladas. El golpe se sintió por una pronunciada caída de 21,5 qq/ha en el rendimiento promedio, equivalente a una merma de 31,6% respecto del ciclo anterior. Y pese a un incremento de la superficie sembrada, se cosecharon 1.750 hectáreas menos.
Así se desprende del reporte semanal del Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA) de la Bolsa de Comercio de Santa Fe, que hoy dio por finalizada la campaña para el cereal, último cultivo que faltaba para cerrar completamente la cosecha 2017/18.
El reporte indica que -en los doce departamentos que se monitorean- se sembraron 95.700 hectáreas, de las cuales se destinaron a grano comercial 76.050. El rendimiento promedio fue de 46,50 qq/ha y la producción total resultó de 353.654 toneladas. En 2017 se habían sembraron 88.000 hectáreas para grano, se trillaron 77.870 y el volumen final fue de 506.155 toneladas.
El impacto de la sequía hizo que el 20% de los lotes se destinen a picado. Foto: Archivo
Del informe se desprende que la superficie para auto consumo se duplicó este año, ya que se destinaron a ese fin 19.650 hectáreas, 9.970 hectáreas más que las 9.680 del año pasado, lo que implicó un incremento de 103%. “El rendimiento promedio en el centro norte de la provincia de Santa Fe fue de 6,5 mts/bolsa/ha”, precisó el SEA. Este comportamiento también estaría vinculado a los problemas climáticos, ya que en 2017 se destinó sólo el 11,5% de las hectáreas a la confección de silo, mientras este año esa proporción creció al 20%.

El resumen de la Bolsa santafesina advirtió que hubo “una mayor superficie sembrada” y quelos maizales tuvieron un crecimiento, desarrollo y floración, con complicaciones por el déficit hídrico muy acentuado y prolongado. El efecto concreto fue la retracción del 31,6% en el rendimiento promedio, que cayó de 68 qq/ha el año pasado a 46,5 qq/ha en el actual.
“El proceso de cosecha estuvo regulado por las condiciones ambientales y los porcentajes de humedad ambiente y de grano”, indicó el SEA, y precisó que “fueron necesarios gastos de secada para el acondicionamiento del cereal, representando un costo adicional para el productor ante una pobre campaña”.