Las peras del Valle perdieron en el mercado ruso más de u$s 10 millones
Las exportaciones hacia ese destino crecieron 35% esta temporada. Sin embargo, los resultados comerciales han sido desastrosos para la región. Los adelantos de los importadores rusos financian una actividad que carece de crédito, debilitando la negociación a la hora de cerrar los precios.
Las exportaciones regionales de peras hacia el mercado ruso totalizarán este año algo más de 80.000 toneladas, volumen que muestra un crecimiento del orden del 35% respecto del año anterior.
Pero pese a este dato positivo, los resultados comerciales han sido desastrosos. Según fuentes del sector privado en la presente temporada el sistema perderá más de 10 millones de dólares en la colocación de peras en este mercado. Toda una contradicción: el sector exportador incrementó sus envíos sobre un destino en el que perdió millones. Y, más aún a sabiendas que los valores de importación ya estaban por debajo de los costos, continuó embarcando fruta. La estadística muestra que durante el período julio-septiembre se colocaron más de 4.600 toneladas de peras en Rusia.
¿Qué lleva a embarcar sabiendo de antemano que se va a perder un piso de tres dólares por caja? “Es compleja la situación. La fruta ya está clasificada, embalada y con el costo de frío encima. Muchos no tienen opción, es elegir tirar la caja y perder 11 dólares por costos, o lograr algunos dólares que compensen parte de este quebranto”, aseguró un empresario regional que prefirió mantenerse en el anonimato.
Pero Rusia siempre fue un mercado complicado para los empresarios frutícolas del norte de la Patagonia. Y la presente temporada no fue la excepción. “Los números todavía no están cerrados, pero todo indica que este valor es el piso de pérdida que presentará el sistema”, destacó Agustín Argibay, residente de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI) al ser consultado por el mercado ruso.
En pocos días más los importadores de ese país definirán qué es lo que pagarán por la fruta que adquirieron del Valle. La incertidumbre es enorme. Sin embargo, las liquidaciones que están recibiendo los productores anticipan el cierre de una temporada para el olvido. Para algunos operadores, las pérdidas en Rusia podrían llegar a duplicar los números mencionados.
Las primeras ventas de peras hacia San Petersburgo, al inicio de la temporada, comenzaron con valores entre 15 y 17 dólares puestos en San Antonio (FOB). Pero a los pocos días esas cotizaciones cayeron por debajo de los 13 dólares. Las últimas Packham’s embarcadas perforaron el valor de los 10 dólares por bulto. Para tener una idea de lo que estamos mencionando, los costos de la caja de pera puesta en San Antonio se ubican hoy arriba de los 14,5 dólares, computando en esta cuenta un valor de fruta en torno a los 0,2 dólares por kilo.
Muchas fueron las empresas del Valle que terminaron, en el segundo semestre del año, enviando las cajas de peras a Rusia pese a que el mercado no garantizaba ni siquiera cubrir los costos. El problema es que esa fruta no tenía salida para otro mercado y la justificación de muchos de los exportadores consultados fue “intentamos perder lo menos posible”.
Las manzanas mostraron un comportamiento distinto en el mercado ruso. Los valores se mantuvieron relativamente estables durante toda la temporada producto de la baja oferta de esta especie que existía en frío en todo el hemisferio norte. Hacia San Petersburgo, al cierre de septiembre, se orientaron cerca de 18.000 toneladas de manzanas del Valle, cifra que duplica los volúmenes de la temporada anterior. Pero este escenario lejos está de compensar los millones de dólares perdidos con las peras.
Está claro que con Rusia los exportadores regionales deberían tener una estrategia comercial distinta al resto de los destinos donde colocan su oferta. En las últimas temporadas los grandes ganadores de esta relación comercial entre el Valle y el consumidor euroasiático han sido los importadores rusos, que terminan imponiendo condiciones leoninas sobre la fruta que se comercializa en esos mercados.
Datos
35%
fue el crecimiento que registró la exportación de peras del Valle de Río Negro y Neuquén con destino al mercado ruso.
4.600
son las toneladas de pera que fueron colocadas en San Petersburgo durante el tercer trimestre del 2018.
Causas de estas enormes pérdidas
Desfinanciamiento. Con el crédito cerrado para la fruticultura, los importadores rusos cumplen un rol fundamental ya que anticipan fondos a la actividad, lo que mantiene el flujo fruta hacia ese destino.
Falta de calidad. La mayor parte de la pera que va a este mercado es de baja calidad y muy difícil de defender.