La conflictividad laboral es menor que en 2019
En el período agosto-noviembre de 2019, devaluación y paritarias se tensionaron con las primarias presidenciales. Este año, las restricciones sanitarias relegaron confrontaciones.
Por Ignacio Hintermeister
“El valor promedio del Índice de Conflictividad Laboral (ICL) en el período agosto-noviembre de 2020 es 52,6% menor que en el mismo período de 2019. Esta diferencia se debe tanto al clima socioeconómico de septiembre de 2019, post elecciones primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO), como a la baja conflictividad en contexto de recesión económica y restricciones sanitarias por la pandemia de 2020”.
El párrafo pertenece al informe del Centro de Evaluación de Políticas Basadas en la Evidencia (Universidad Torcuato Di Tella), que dirige Eduardo Levi Yeyati. Reseña que “la devaluación de mediados de 2018, las negociaciones paritarias de 2019, y los resultados de las PASO del mismo año mostraron picos de conflictividad”.
“En este año de pandemia y aislamiento social preventivo obligatorio -compara- no se presenta incidencia relevante de la conflictividad en el mundo laboral”.
Expone el informe que “desde el comienzo del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), el ICL tiene una ligera tendencia decreciente. Esto se puede interpretar de distintas formas. Por un lado, según el EMAE (INDEC) la actividad económica a septiembre (último dato publicado) no había recuperado el nivel anterior a marzo de 2020.
“Mientras dura la recesión, en buena medida consecuencia de la crisis sanitaria, es difícil que el conflicto laboral pase al centro de la escena. Las noticias y el debate público estuvieron fuertemente acaparados por la gestión de la situación sanitaria, los avances científicos y otros eventos relacionados. Además, la doble indemnización y la prohibición de despidos aún vigente colabora en la protección del empleo registrado bajo convenio colectivo”.
¿Crecimiento?
El análisis prevé que, a partir de la liberación de actividades, “en el cuarto trimestre del año se observe crecimiento económico respecto de los dos trimestres anteriores. Un indicio en este sentido lo da la Encuesta de Indicadores Laborales (MTEySS), según la cual desde septiembre las empresas encuestadas tienen una creciente perspectiva de aumento del empleo registrado”.
De esta manera señala como “probable” que “estas mayores expectativas de actividad económica en un contexto inflacionario conduzcan a un nuevo ciclo de incidencia del conflicto laboral entre el primer y segundo trimestre de 2021, cuando se discutan las renovaciones de convenios colectivos de trabajo.
“Será relevante observar la dimensión de ese efecto, ya que por un lado se levantan restricciones regulatorias que estuvieron vigentes durante buena parte de 2020, pero por el otro, queda por ver el grado de reactivación de una macroeconomía que ya venía con perfil recesivo desde antes que apareciera la pandemia”.
¿Qué es?
El ICL permite identificar el grado de incidencia de la conflictividad laboral en Argentina a través de programación y “minería de texto”, usando como base los principales medios argentinos