“Hay que comprar on line a los comerciantes locales”

Eduardo Taborda, presidente de la Federación de Centros Comerciales de la provincia (Fececo) consideró que la posibilidad de movilizar la actividad económica a través de la venta on line “es algo fundamental y muy importante”, en sintonía con lo que venía reclamando y discutiendo el sector.
“No hay dudas de que lo más importante es la salud, y que había que ver hasta dónde podíamos abrir. Y así es como se pudo liberar algunos sectores, con un protocolo que hay que cumplir, normativas a las que hay que ajustarse”, consignó, en diálogo con El Litoral. Taborda apuntó que “es algo que celebramos, y veremos en estos días cómo se adaptan los comerciantes a estas nuevas formas”. No obstante, aclaró que no se trató de un diseño intempestivo. “Se venía trabajando. Pero en algunas localidades y en algunos consumidores había resistencia a que tuviésemos que manejar estas plataformas. Y hoy por hoy instamos a los comerciantes y también a los consumidores a que nos amiguemos con ésto, tratar de usarlo, porque lo que estamos padeciendo vino para estar un tiempo largo y vamos a tener que cambiar los hábitos de compra. Vamos a tener que comprar a través de una computadora, o del teléfono, de las redes sociales. Son vías que estaban, pero que hoy vamos a tener que usar necesariamente, para poder ejercer el comercio.
– Más allá de la superación de la emergencia, son costumbres que también van a cambiar…
– Esto en el mundo funciona, y en el país también venía funcionando. Ya teníamos plataformas a nivel nacional e internacional, que muchos utilizaban. Esto es lo mismo; sólo que ahora estamos comprando a los comercios locales. Es algo fundamental: tenemos que ayudar al comercio de la localidad, porque es el que da mano de obra, el que ayuda a la comunidad, es el comerciante amigo o pariente, al que tenemos que ayudar y proteger. La oferta que tienen nuestros comerciantes es tan buena o mejor que la de plataformas de otro alcance, donde no sabemos a quién le estamos comprando. Acá le vamos a comprar en forma virtual y con entrega a domicilio al comerciante que toda la vida nos atendió, que nos dio el crédito personal, que nos aguantó cuando tuvimos un problema, o que nos cambió la mercadería porque nos quedaba chica, o nos quedaba grande, o no nos gustaba; cosa que en otras plataformas a veces es algo más complicado. Aquí, aunque utilicemos la vía tecnológica, seguimos manejándonos con el comercio de proximidad, y eso es fundamental para todas las ciudades y pueblos.
– ¿Tuvieron muchas dificultades a la hora de obtener la habilitación y comenzar a funcionar?
– Todo empieza a partir de que el dueño del local pide la habilitación en una plataforma nacional, carga los datos de su comercio, puede cargar también los del vehículo que va a hacer el reparto (puede ser uno motorizado, o dos si es con bicicleta). Eso se envía y la autorización tarda entre 24 y 72 horas. Lo mismo hay que hacer con el personal, que pueden ser dos por comercio. Nosotros sugerimos que se utilice la mínima dotación posible, porque en casos como éste menos es más. Porque el espíritu de esta apertura es lograr que haya menos circulación de gente en los pueblos y ciudades.
Una vez lograda la habilitación, es necesario enviar un protocolo (el formulario está tanto en la página de Fececo como del gobierno de la provincia). En nuestro caso, a través de un link se puede acceder a un instructivo muy claro, muy dinámico. Con todo eso aprobado, se puede ir al comercio y decir “abrimos”. Naturalmente, entre comillas, porque las puertas del comercio en ningún caso van a estar abiertas. Lo único que nos permiten es ir al local en determinado horario, preparar los envíos con los pedidos que hemos recibido on line, y hacer el despacho o el reparto. El horario también es determinado por los gobiernos locales, porque la idea es hacerlo en los momentos en que menos circulación de gente hay en la localidad.