Fuerte polémica entre el Gobierno y las automotrices

Las firmas alertaron por la falta de divisas; Giorgi las acusó de no invertir
"Si se pudo poner un satélite en el espacio…", dejó picando la funcionaria junto a la bandera del Arsat-1. Buscaba mostrar las posibilidades de la industria e instar a los empresarios del sector automotor a no perder de vista "las condiciones proclives para la inversión". Debajo del escenario, lejos de las luces y armonía de tiempos aún cercanos, la escuchaban ejecutivos de terminales y autopartistas.
Las palabras de la secretaria de Planeamiento del Ministerio de Ciencia y Tecnología, Ruth Ladenheim, en el seminario de la Asociación de Fábricas de Componentes (AFAC), parecía un llamado al sueño del largo plazo en una industria azotada por la coyuntura. Tanto que, por primera vez en público, presidentes y altos ejecutivos de las automotrices criticaron al Gobierno por los límites que impone al acceso a los dólares necesarios para importar, la caída de la competitividad por la inflación y el impuesto a los autos de alta gama. El Gobierno, en tanto, las acusó de no invertir lo suficiente.
El seminario de AFAC fue parte de la jornada de apertura de Automechanika BA 2014, la principal exposición del sector autopartista. Allí la ministra de Industria, Débora Giorgi, adelantó los lineamientos de la política para el sector. En esos puntos reclamó al sector no duplicar inversiones (esto es, que las fábricas de una misma empresa en distintos países produzcan modelos diferentes), actualización de modelos, desarrollo de proveedores con una integración local no menor al 50% y producción de autopartes de orientación global.
Lo más destacable fue quizá que los cuestionamientos empresariales partieron de compañías que están haciendo inversiones en la Argentina y con buena sintonía con el Gobierno. Incluso a las tres automotrices que participaron de los paneles ayer se les prometió un plus de US$ 96 millones en giros de divisas hasta fin de año para importar en el marco de nuevos proyectos.
"Entre las dificultades económicas, vale decir que es difícil ser competitivos con una inflación del 40% anual y con devaluación. Es un limitante para la industria", criticó Joachim Maier, presidente de Mercedes-Benz, tras la pregunta del economista Bernardo Kosacoff, moderador del panel. "Si no se pueden girar dividendos a las casas matrices, las empresas se preguntan: «¿qué hacemos acá?» Ése es otro limitante", agregó.
Maier, que cuestionó además los "largos procesos" de homologación de piezas como otro condicionante, afirmó que la Vito -una van utilitaria que la firma producirá desde el año próximo en el país- se exportará en un 100%, ya que por el impuesto a los vehículos de alta gama "no se la puede comercializar en la Argentina".
"Hoy no tenemos problemas para importar sino para pagarles a los proveedores. Y ellos quieren cobrar", sentenció José Cammilleri, director de compras de General Motors. "No es tan raro, quieren cobrar. Hay que seguir el tema de cerca para que no haya que parar la fábrica", alertó.
"Yo tengo balanza positiva", dijo entre risas el presidente de Toyota, Daniel Herrero, para esquivar la pregunta por las trabas a las importaciones. Recordó que cuando se aplicó el impuesto a los autos de alta gama debió derivar parte de la producción de la camioneta SW4 a otros mercados para no suspender trabajadores.
"Hay ahora una coyuntura [difícil], pero llegaremos al millón de unidades", se esperanzó Herrero, el más optimista. Reclamó, eso sí, previsibilidad, plataformas exclusivas y buenas escalas de producción. "De los sindicatos necesitamos que entiendan que se requieren parámetros de competitividad con estándares globales para competir." Del Ejecutivo, pidió garantizar fondeo para inversiones. Varios de los ejecutivos pidieron a Industria tener en cuenta el plan Autoinnova que lanzó Brasil y que reduce impuestos a empresas que compren autopartes brasileñas. A pesar de las críticas, Herrero, Cammilleri y Maier ratificaron su confianza en el país.
Los autopartistas también advirtieron una coyuntura complicada. "Estamos en un año difícil, un año malo, pero vamos a mirar el vaso medio lleno", dijo Fabio Rozenblum, presidente de AFAC, que ratificó que el sector "es deficitario y presiona sobre las reservas".
"Hay una inestabilidad de corto plazo que es desgastante en la relación con nuestras casas matrices", señaló Carlos Maseda, responsable en el país de Jtekt Automotive, firma que produce cajas de dirección en la Argentina. "Tenemos costos locales significativamente mayores que en otros países, con insumos básicos más caros y una mano de obra cuyo valor ya no es tan competitivo", señaló Eduardo Nutti, director de MWN, empresa de Jesús María (Córdoba), que en los 90 hacía motores y hoy produce árboles de levas y tapas de cilindros.
"La situación actual no es fácil. El sector está pasando una crisis grande", afirmó, por su parte, Damián Testori, gerente general de la pyme nacional que lleva su apellido y que trabaja tecnología en soplado e inyección. El ingeniero alertó además sobre "cuellos de botella" en algunos sectores de la cadena.
"Hay una obligación desde el punto de vista del equilibrio externo", señaló Giorgi, a modo de defensa por la falta de dólares. "No sólo son divisas; es lo que hay detrás de ellas, o sea, millones de horas de trabajo", justificó.
"Falta inversión", criticó después. Según sus cifras, entre 2005 y 2013 se invirtieron US$ 5250 millones y este año hay US$ 2700 millones en curso. "Es poco si se compara con el giro comercial de 154.000 millones durante estos años", dijo la ministra. Criticó a las terminales -ejemplificó con Fiat- porque sus plantas son más grandes en Brasil que aquí, y dijo que a las empresas que invirtieron les fue mejor que a las que no lo hicieron, aunque no las identificó.
"Ésta no es la crisis terminal de 2009 ni 2002", describió la ministra, que -mimetizada con Cristina Kirchner- encontró los males de la industria argentina en otras regiones del mundo.
2000
millones de dólares es, según cifras del mercado, lo que debe el sector a sus proveedores del exterior
FUEGO CRUZADO EN EL SECTOR
Reclamos por divisas
Las automotrices reclaman más divisas para pagar a sus proveedores, a los que les deben cerca de US$ 2000 millones
Pocas inversiones
La ministra de Industria, Débora Giorgi, criticó a las empresas por su falta de inversión y justificó la escasez de divisas
Costos para arriba
Los referentes del sector se quejaron por la suba del precio de los insumos y el aumento del costo laboral.