En diferentes rubros hay escasez de productos
Problemas con electrodomésticos y artículos electrónicos. En góndolas falta variedad en algunos productos, como aceites y yerba, y hay demoras o carencia en otros, como repuestos de bicicletas, neumáticos y hasta colchones. Es por el valor del dólar y las expectativas de devaluación.
Con el dólar paralelo cerca de los 200 pesos y un escepticismo instalado en los mercados que alimenta la expectativa de devaluación, proveedores y consumidores en distintos rubros reconocen que faltan insumos para la industria, repuestos y hasta medicamentos. Lo peor, aseguran los empresarios consultados, es la desaparición de precios de referencia para la reposición.
De esta manera, en las últimas semanas, comenzó a observarse escasez de bienes cuyos valores están directamente relacionados con la variación de la moneda norteamericana, un claro ejemplo de la fuerte depreciación del peso argentino.
A nivel nacional, los informes reflejan que en las últimas semanas muchos proveedores dejaron de vender o solo realizan entregas de volúmenes menores. El propósito es entendible: todos intentan cubrirse ante la expectativa de una eventual devaluación del peso, más allá de los dichos presidenciales al respecto.
En alimentos
El presidente de la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios, Víctor Palpacelli, admitió que hay faltante de algunos productos en las góndolas. “Se ve una ausencia de surtidos en categorías como aceites, derivados de harina y yerbas. Esto ha sido producto de la resistencia que hemos puesto en recibir nuevas listas de precios con aumentos que superan los autorizados por la Secretaría de Comercio de la Nación. Estamos regidos bajo una resolución. Por eso decidimos acompañar el programa de precios máximos”, explicó en declaraciones radiales.
Con respecto a las subas de precios que les llegan en las listas, indicó: “El promedio autorizado es de 4,5 por ciento, pero la mayoría, el 80 por ciento de las empresas, tiene valores muy por encima. Algunas superan el 10 por ciento y otras, el 15 por ciento, dependiendo de las firmas y productos”.
Ante una consulta, Palpacelli reconoció que es “muy difícil congelar los precios por mucho tiempo en medio de un escenario inflacionario”.
De todos modos, contó que, desde su sector, pidieron al Gobierno crear una mesa de diálogo, en la que estén la industria, el comercio y las autoridades, para buscar “un sano equilibrio”.
En diálogo con Cadena 3, Palpacelli precisó que no hay escasez en rubros determinados, pero señaló que “se ve una ausencia de surtidos en categorías como aceites, derivados de harina y yerbas”.
Por último, al ser consultado sobre la caída en las ventas del 5,7 por ciento en supermercados y shoppings, informada este lunes por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), respondió: “Nuestros números son un poco más drásticos: agosto fue uno de los peores meses de los últimos dos años con una caída interanual que rondó el 7,5 por ciento. La caída de las ventas ha sido en general. Hoy ha cambiado el mix de consumo. Se ven más segundas y terceras marcas y se venden muchas commodities, lo que aporta una menor rentabilidad”, concluyó.
En Santa Fe, las consultas fueron disímiles. Algunos sostienen que los faltantes son temporarios. Desde una gran cadena, su responsable de Marketing respondió: “Por el momento no registramos faltante de productos y contamos con stock para reposición”.
En cuanto a los precios, semanalmente hay incrementos. En cuanto a los productos de lo que se denomina “canasta básica” (alimentos) rigen varios programas (Precios Máximos, por ejemplo) pero las variaciones, aunque parezcan mínimas, suceden casi semanalmente.
En electrodomésticos
La mayor preocupación se observa en los dueños de los negocios de electrodomésticos. Aducen que los protocolos sanitarios afectan la distribución de mercadería por parte de los fabricantes.
En los negocios del rubro de Santa Fe, hay demoras de entre 45, 60 y hasta 90 días en los casos de lavarropas, heladeras y cocinas. En menor medida, hay inconvenientes con los artículos electrónicos, como televisores Led y celulares. En estos últimos casos, es notable el faltante de insumos para el ensamble. En el caso de los equipos de aire acondicionados el faltante es muy evidente (60%).
Por las cuestiones propias del mercado (menor oferta, igual o mayor demanda), la faltante de estos productos se traslada a los precios. En promedio, en los últimos meses, aumentaron en un 50%.
En el caso de los colchones, hay faltante de un producto para la mezcla espumadora que se importa.
La preocupación sigue porque la pérdida del poder adquisitivo es constante. Además, el comerciante no puede reponer lo que vende.
Todos buscan las bicicletas, pero…
Si algo provocó la pandemia, más allá del encierro y el cambio de hábitos en la gente, es el uso de un medio de movilidad. Las restricciones hicieron que, no sólo en la Argentina, el uso de la bicicleta se convirtiera casi en esencial para el traslado. Así, aumentaron los usuarios y, como directa consecuencia, la demanda contrastó rápidamente con la oferta, generando una fricción de precios.
Según confirmaron comerciantes del rubro, la venta de bicicletas aumentó, en todo el país, un 60 por ciento promedio. Pero la mayoría coincide en que hay faltante en la denominada gama media, es decir, una bicicleta moderna y reforzada.
Los precios también se modificaron. Por ejemplo: en el segmento más popular (tradicional) se pueden adquirir productos entre 20 y 60 mil pesos, según modelos y marcas. Las más versátiles y de alta gama, tienen precios 15 veces mayor.
Según se respondió ante la consulta de este diario, el modelo más requerido en los últimos meses fue la Mountain Bike, rodado 29.
Eso no es todo: los repuesteros están cansados de repetir ante los clientes, en su mayoría dedicados a la reparación de dichos medios de movilidad, que “no disponen de productos (cámaras y cubiertas, principalmente), porque hace varios meses que están demoradas las entregas desde los mayoristas. Nos dicen que es por la pandemia. Pero el que busca una bicicleta tiene aún varias opciones. De lo contrario, habrá que esperar que se normalice el arribo de productos provenientes de China, Taiwán y Corea.
Bajaron las ventas
Por las razones que todos conocemos, el consumo está golpeado y se hace notar. Ni el Día del Niño, ni el Día del Padre y ni siquiera el Día de la Madre, ayudaron a mejorar las ventas en los negocios locales.
En el comercio santafesino se insiste en remarcar que los faltantes de mercadería, los ingresos insuficientes en los hogares, el temor a que la situación económica empeore, los protocolos estrictos para ingresar a los locales físicos y en algunas localidades las restricciones que todavía existen para circular, afectaron fuerte la venta, son elementos que no se pueden soslayar al momento de calificar la situación.
Un trabajo que divulgó hace unas semanas la Came indicó que las bajas anuales en los niveles de actividad comercial siguen siendo superiores al 50 por ciento. Pero además, hay un gran número de empresarios del sector que tienen pocas expectativas de una pronta recuperación.
Seguramente, el año finalizará con escasez de productos importados pero también de nacionales que necesitan de insumos importados, sobre todo en el ámbito de la cosmética, la perfumería, los elementos electrónicos y electrodomésticos.
Los autos
En las concesionarias, se admitió que hay numerosas consultas de interesados en adquirir un auto 0Km aprovechando el efecto dólar blue. “En Santa Fe hay muchos ahorristas con dólares en el colchón. Y ven que ésta es una buena oportunidad. Por eso, aumenta la demanda. Pero como hay un stock limitado, que viene desde fines del año pasado, el que quiere tener ya su vehículo nuevo tal vez tenga que esperar desde quince días a un mes”, fue la respuesta de un gerente de venta de conocida marca en la región.
Por su parte, el sector del transporte de cargas también reconoció inconvenientes. El secretario general de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac), Martín Borbela Antelo, explicó que en su actividad tienen “graves problemas con insumos básicos”, como neumáticos, y con los camiones.
Según Borbela, los neumáticos “están valiendo el doble de lo que valían a comienzos de año”, consecuencia del cierre de las importaciones y la incapacidad del productor nacional de abastecer la demanda.