De la alfalfa al queso, buscan superar deficiencias alimenticias de selenio
Científicos santafesinos participan de un proyecto que apunta a conseguir alimentos enriquecidos con este elemento a partir de la fertilización foliar de la pastura. Walter Cucit, integrante del Laboratorio de Investigaciones en Fisiología y Biología Molecular Vegetal (LIFiBVe) de la Facultad de Ciencias Agrarias relató su experiencia en Barcelona.
Aproximadamente tres mil millones de personas en el mundo están afectadas por el bajo aporte de selenio (Se), un nutriente esencial. Su incorporación en la dieta está íntimamente asociado con la cantidad presente en los suelos y, por lo tanto, en los cultivos relacionados, que pueden variar sustancialmente de una región a otra. Una dieta pobre en selenio está relacionada con el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas degenerativas.
Por este motivo, en el proyecto Se4All, financiado con fondos europeos, se examinarán plantas comestibles enriquecidas con este elemento químico como una solución para superar este problema. En concreto, se producirán productos lácteos y queso enriquecidos como alimentos funcionales a través de la alimentación de vacas lecheras con heno de alfalfa bioenriquecido con selenio. Se aplicará Se directamente a la planta (aplicación foliar), en lugar de al suelo, para lograr la transferibilidad de la metodología a diferentes regiones.
Walter Cucit, integrante del Laboratorio de Investigaciones en Fisiología y Biología Molecular Vegetal (LIFiBVe) de la Facultad de Ciencias Agrarias (LIFiBVe ) realizó una experiencia de investigación en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), como parte de este proyecto que financia la Comunidad Europea.
¿Qué actividades desarrollaste en la Universidad Autónoma de Barcelona?
Durante mi estancia de investigación en el Departamento de Química de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), desde principio del mes de marzo hasta finales de abril del presente año, me centré principalmente en evaluar el contenido de selenio asimilado en las plantas de alfalfa que cultivamos previamente (durante los meses de enero y febrero) en el LIFiBVe y del Instituto de Ciencias Agropecuarias del Litoral (ICiAgro Litoral).
En primera instancia, en la UAB recibí distintas capacitaciones del personal de Seguridad e Higiene para conocer las normas de bioseguridad establecidas para el manejo y uso de los equipos de investigación dentro de los laboratorios, para posteriormente poder realizar el trabajo experimental a partir del material vegetal que había llevado desde Argentina.
¿Fue a partir de tu investigación de las plantas y material vegetal iniciado en FCA?
La experiencia de investigación en la UAB la realicé gracias a que nuestro grupo de investigación del LIFiBVe participa de un proyecto financiado por la Comunidad Europea dentro del programa RISE-Horizonte 2020, que se denomina Se-bioFORtified ALfaLfa for Se-enriched Dairy products (Se4All). La idea general del proyecto es la de obtener quesos funcionales con selenio orgánico que se fabriquen con leche de vacas que consumen alfalfa biofortificada con selenio. En este sentido, desde la Facultad de Ciencias Agrarias nos encargamos de desarrollar la formulación, evaluación y obtención de un producto que contenga selenio (tipo fertilizante foliar) para incrementar el contenido de selenio en el cultivo de alfalfa; y, a su vez, realizamos la prueba de efectividad a escala de laboratorio en plantas crecidas en la cámara de crecimiento vegetal del LIFiBVe. Todo este trabajo previo a mi viaje lo realizamos con las estudiantes Mélani Cúnico y Micaela Stoffel bajo la supervisión del Dr. Fernando Muñoz y con la colaboración del INTA Rafaela.
¿Notaste muchas diferencias en cuanto a tecnología e investigación?
En cuanto a la tecnología de investigación, en España encontré equipos innovadores, y a diferencia de nuestro país, hay mayor disponibilidad de materiales y de personal técnico a disposición para ayudar en la ejecución de los experimentos. Sin embargo, en nuestro grupo contamos con bastantes herramientas tecnológicas para llevar a cabo nuestros objetivos de investigación; y en caso de no tener el equipamiento o la infraestructura para realizar algún experimento en particular contamos con la invaluable colaboración de otros centros nacionales o internacionales.
¿Cómo continúa tu investigación?
Hoy en día la investigación continúa, teniendo mi colaboración activa en dicho proyecto desde Argentina. Sin embargo, tanto el Dr. Muñoz como Micaela Stoffel viajarán en septiembre de este año, por un período de tres meses, para concluir la evaluación de los distintos tipos de selenio asimilados por las plantas, mediante técnicas de análisis indirectas y directas como HPLC-ICP-MS y XANES, respectivamente. Los trabajos experimentales se realizarán tanto en la UAB como en el Sincrotrón ALBA; con el objetivo final de determinar la formulación final adecuada con selenio para la futura aplicación a campo sobre el cultivo de alfalfa.
Por último, cabe destacar que el Sincrotrón ALBA es una infraestructura científica de tercera generación situada en Cerdanyola del Vallès (Barcelona) y es la más importante de la zona del Mediterráneo. Se trata de un complejo de aceleradores de electrones para producir luz de sincrotrón, que permite visualizar la estructura atómica y molecular de los materiales y estudiar sus propiedades; permitiendo, mediante la utilización de la tecnología XANES, analizar la acumulación de selenio orgánico en las muestras de alfalfa llevadas desde Argentina.