Con pocos motivos para brindar, la industria santafesina celebró su día en Armstrong

El presidente de Fisfe remarcó que “va a ser muy difícil salir de esta situación”. El gobernador Lifschitz pidió mayor previsibilidad a la Casa Rosada.
Por Juan Chiummiento
Los industriales santafesinos aún ven muy lejos la luz al final del túnel. En una semana en la que se conocieron suspensiones en varios establecimientos de envergadura (General Motors, Metalsur y Helvética), los empresarios expresaron una severa preocupación por la coyuntura: “Cada uno va buscando distintas formas para ver cómo se va defendiendo, pero esto no es lo ideal”, expresó el presidente de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe), Guillermo Moretti, en el marco del almuerzo organizado este jueves por la entidad para celebrar el Día de la Industria.
El diagnóstico del sector privado tuvo su correlato en la máxima autoridad enviada por el gobierno nacional para la ocasión: el propio secretario de Industria, Fernando Grasso, admitió que recién para “marzo o abril del año próximo” vamos a estar viendo indicadores positivos.
El evento, celebrado en la nueva nave de la firma Cele SRL en el área industrial de Armstrong, reunió a más de 1.000 hombres y mujeres del tejido productivo santafesino. Asistieron entre otras autoridades el gobernador Miguel Lifschitz (quien brindó un encendido discurso); el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Miguel Acevedo; la senadora nacional María de los Ángeles Sacnun; los diputados nacionales José Núñez y Marcos Cleri; y los ministros de Producción, Infraestructura y Educación, Alicia Ciciliani, José Garibay y Claudia Balagué, respectivamente.
Tanto en sus alocuciones en el escenario como en las declaraciones a la prensa, los representantes del ámbito fabril expresaron sin tapujos sus preocupaciones respecto a la marcha de la economía y la actuación de la Casa Rosada. “Al país no le está yendo bien y menos todavía a la industria. Es una situación muy complicada”, introdujo Moretti, para luego decir que “va a ser muy difícil salir de esta situación, con un gobierno que tiene un error de diagnóstico”.
Con una caída interanual del 5,6% en agosto, el sector ya aportó 244 firmas al listado de empresas que bajaron sus persianas en el último tiempo. Consultado sobre cómo se las ingenian las pymes santafesinas frente a la coyuntura, Moretti dijo que cada rubro “subsiste” con distintas estrategias: “Cada uno va buscando distintas formas para ver cómo se va defendiendo, pero esto no es lo ideal”, aseveró.
El presidente de la UIA, Miguel Acevedo, utilizó palabras menos cargadas, aunque no se privó de decir que “hay que apagar este incendio”, haciendo referencia a la necesidad de estabilizar las principales variables económicas. “Vamos a tener una segunda mitad de año totalmente diferente a lo que pensábamos. Durante el primer semestre teníamos una heterogeneidad fenomenal según cada sector, pero ahora vamos a tener a todos bajando”, avizoró.
El pronóstico de Acevedo fue corroborado por el secretario de Industria nacional, Fernando Grasso, quien habló que para los meses que restan del 2018 habrá un “aterrizaje” (sic) de las variables negativas en términos de la actividad económica. “Para marzo o abril del año próximo vamos a estar viendo mejores indicadores”, afirmó.
Distinciones
El evento sirvió también como excusa para que desde Fisfe se entregaran los reconocimientos al mérito industrial para aquellas firmas que se hayan destacado por sus logros en materia de inversiones, nuevos productos, inserción en mercados y otros indicadores.
Se destacaron un total de 32 empresas: VMC Refrigeración, Sucesores de Alfredo Williner, Metalúrgica Marzola, Collino, Plata y Luz SA, José Iturrospe SAIC, Sinergia Servicios, SIB Ingeniería, Osvaldo Remo Orsili SRL, Orfiez SRL, Metalúrgica Galli, Engeio Bigliazzi e Hijos SRL, Sabbione Baterías SA, Gentec SRL, VG Mecanizado, Warlou, Juan Baiml SA, Metalúrgica DyD, Mauri SA, Cooperativa Agropecuario de los Molinos, Omega de Solari SA, Nutriar SA y Cadenas CRC.
Lifschitz pidió congelar tarifas
Tal vez por sentirse ante un auditorio que sintió cercano y amigable, el gobernador Miguel Lifschitz realizó un encendido discurso en el que pidió congelar los precios de las tarifas y los combustibles.
“El secreto para salir de la crisis pasa por mejorar la productividad del sector privado y del Estado, con una mirada federal y sustentable en el tiempo”, mencionó Lifschitz, quien trascartón subrayó que “no hay desarrollo en la Argentina sin industria”.
El gobernador pidió a la Casa Rosada reglas claras y previsibles (“adhiero a la idea del gradualismo, pero tiene sentido en la medida que nos vamos acercando al objetivo”, acotó). En este sentido mencionó el Pacto Fiscal firmado el año pasado, que planteaba una reducción de la carga tributaria, y su contradicción con las últimas medidas tomadas que significarán nuevos impuestos para la industria. A propósito de ello, indicó que las retenciones a las exportaciones industriales generan que salgan de Santa Fe unos 6.000 millones de pesos, mientras que el Impuesto a los Ingresos Brutos genera 4.000 millones de pesos.
Tanto en sus alocuciones en el escenario como en las declaraciones a la prensa, los representantes del ámbito fabril expresaron sin tapujos sus preocupaciones respecto a la marcha de la economía y la actuación de la Casa Rosada.