Clima, precios y política, un tridente letal para la próxima campaña agrícola
Sembrar soja en un campo alquilado del centro santafesino tiene un costo que no se recupera con los rendimientos medios en la zona. El desdoblamiento cambiario eleva los rindes de indiferencia.
La suerte de la campaña agrícola en curso empieza a definir las perspectivas para la nueva en el centro sur de Santa Fe. La suba de impuestos, el golpe de la sequía a los rindes y la caída de los precios internacionales plantean un escenario muy complicado, con costos en campo alquilado por encima de la media histórica de rendimientos para la soja.
En Gálvez y alrededores, el ingeniero Diego Hugo Pérez, asesor CREA en al región, indicó que las sojas de primera sintieron la falta de lluvias y si bien se están contabilizando 35/40 quintales “es menos de los esperado”. Además la característica este año parece ser mucho grano verde por efecto del estrés hídrico (lo que implicará penalizaciones en el precio). Las de segunda, en tanto, están “muy afectadas”, con rendimientos de hasta 5qq, mientras “otro que no se sabe si se cosecharán”.
Las últimas lluvias pasaron de largo en la región, con registros que no superan los 10 milímetros, por lo que se necesitan más de 5o para llenar los perfiles, afectados además por una pronunciada baja de la napa. “Empezó a caer hace 60 días -dijo el asesor sobre el nivel freático- desde 70/80cm y ahora está 2,5 metros por las escasas precipitaciones y el elevado consumo de los cultivos”. Aún así consideró que una lluvia oportuna -que podría ocurrir en las próximas horas, según los pronósticos- podría recuperar algo a los cultivos más atrasados.
“La verdad que los productores la tenemos difícil para la campaña que viene; todavía no empezamos a jugar ese partido y cuando lo hagamos vamos a estar dos o tres a cero para atrás, la verdad: muy desalentados”, sintetizó Perez.
Indicó que por ahora se están haciendo pocos números para adelante por la incertidumbre actual de la cosecha, pero “no es para nada bueno” el panorama por la situación extremadamente mala en materia de costos, especialmente por efecto del desdoblamiento cambiario (además del recorte de precio de las retenciones). “Es como retroceder y volver el tiempo unos 8 años atrás”, dijo, sobre la situación de no disponer libremente de dólares. El problema radica -como se sabe- en vender la cosecha con un dólar (compra Banco Nación, hoy en $ 59,50) y comprar insumos con otro (informal, actualmente en $ 84,25). “Tenés que vender más soja para comprar ese insumo”, advirtió.
Para analizar la próxima campaña en al zona tomaron los números actuales de la soja, con un precio de 210/215 dólares la tonelada. “Hoy una de primera en campo propio, con gastos de estructura y administración, estamos en 18/20qq”, indicó sobre los costos directos, antes de impuestos. Pero si es en campo alquilado se debe agregar 14qq de arrendamiento, por lo tanto en esos planteos hay 34qq aproximados de costo. La media histórica de rindes es de 33.
Además, “esos costos no incluyen el mantenimiento de los nutrientes en los suelos, o sea que arrancamos perdiendo dinero y al mismo tiempo se deterioran los suelos, esto a largo plazo no tiene ninguna sustentabilidad”, previno el asesor. “Lamentablemente es un palo en la rueda contínuamente, uno tras otro”, agregó sobre la vuelta de las políticas agresivas hacia el sector. “Hoy el productor está de brazos caídos, en economía de subsistencia”, sostuvo.
Finalmente afirmó que en los últimos cuatro años “era una maravilla” el contexto para el sector, que generó crecimiento del área de maíz y trigo, “ganadería en explosión, se volvían a arreglar las casas en los campos; haciendo cultivos de cobertura. La verdad que para el suelo, el ambiente y la sociedad, (ahora) todo viento en popa; hoy se planchó todo, volvemos a exactamente lo mismo que hace unos años atrás… es lamentable”.