Avanza la reestructuración de SanCor
Después de vender dos plantas y algunas marcas, la cooperativa quedó con menos empleados y pagó gran parte de la deuda.
Hace un año, después de la definición del negocio de venta con Adecoagro, SanCor Cooperativas Unidas Limitadas (CUL) inició un proceso de reestructuración, no sólo en lo institucional, sino también en lo productivo. Hoy, la mayor cooperativa láctea de la Argentina se encamina a completar modificaciones fundamentales en su estatuto para adecuarse a las nuevas necesidades de la empresa.
Después de la venta de dos plantas de producción, además de las marcas Las Tres Niñas y Angelita por un total de U$S 45 millones, redujo a la mitad la cantidad de miembros titulares de su consejo de administración (pasaron de ser 12 a 6) y ahora permiten que los asociados puedan vender parte de su producción a otras empresas, algo que antes estaba prohibido por el estatuto cooperativo.
“El 26 de agosto hubo asamblea extraordinaria y se aprobó un nuevo estatuto de la cooperativa. Hubo cambios estratégicos, como la reducción del consejo de administración, y otros en cuanto al hecho cooperativo, es decir, el aporte de leche de los asociados para que se pueda industrializar y comercializar”, explicó una fuente de la empresa radicada en Sunchales.
Antes, los asociados debían entregar la leche que producían a la cooperativa, y si no cumplían era motivo de exclusión. A su vez, SanCor estaba obligada a recibir todo el producto que les entregaran los productores. “Eso tenía gran impacto en la estructura empresaria”, agregó en diálogo con El Litoral.
Además, recordó que a lo largo de la historia, por ejemplo, cuando la leche no valía nada, SanCor igual tenía la obligación de recibirla, así fueran seis millones de litros por día, como ocurrió alguna vez. “El negocio no lo sustentaba”, dijo.
Esa política se flexibilizó y ahora los asociados pueden vender leche por fuera de la cooperativa. Eso significó cambios para ambas partes. SanCor no adelanta pagos porque “no están dadas las condiciones para ello”, según explicó el directivo de la firma. A cambio, “los productores pueden hacerse de dinero rápido al vender a otros parte de su producción, y si la cooperativa no tiene buenos negocios cerrados para adelante (comprar y vender rápido) puede dejar de recibir leche”. Nada de esto se podía hacer.
Actualmente, SanCor recibe entre 700.000 y 750.000 litros de leche por día. “La cooperativa se ha reorganizado; para adentro, se sigue reestructurando. Se revisó la etapa logística y comercial y achicó la planta de personal. Cuando se hablaba de una eventual alianza con Adecoagro ya se decía que debían llegar a ser menos de 2.000 personas. El objetivo es contar con entre 1.400 y 1.500 trabajadores”, explicó el ejecutivo. En 2016, tenía 4.500 empleados. Algunos pasaron a las empresas que vendió la cooperativa y otros, más de 500, se sumaron a planes de retiro voluntario.
Con respecto a la deuda, la fuente de la compañía dijo que el 95% del acuerdo preventivo extrajudicial (APE), por el cual hubo quitas de los pasivos de 60%, ya fue cancelado. “Quedan aspectos menores, la mayoría ya cobró. Hay plazos que cumplir y algo más de certidumbre que tiempo atrás”, agregó.
“Hoy SanCor es una empresa que da batalla, aunque reconocemos que es de menor tamaño que la que conocimos décadas atrás”, finalizó el ejecutivo.
>>> Reutilizan leche de descarte
La pasteurización es el procedimiento más utilizado para realizar la eliminación de microorganismos y, si bien resulta efectiva, tiene como desventajas el costo elevado y la disminución de nutrientes por acción de la temperatura.
En conocimiento de la problemática, investigadores del Instituto de Patobiología del Inta avanzan en el desarrollo de un equipo denominado sanitizador, que, mediante el proceso de ozonización, elimina los patógenos del calostro bovino sin dañar los anticuerpos contenidos en el alimento.
Consultado Winston Morris, investigador del Instituto de Patobiología del Inta, quien lleva adelante el estudio junto con los especialistas Daniel Vilte, Sergio Garbaccio y Mariana Dunleav para conocer a quién va dirigida esta investigación, explicó: “En principio es para que lo pueda utilizar el tambero con la leche de descarte, que es la leche de vaca que está siendo tratada con antibióticos o mastitis, o bien la leche que contiene un poco de calostro y no puede ir a la comercialización. Esa leche se tira y tiene un impacto ambiental. La idea allí es tratarla para dársela al ternero y que sea segura para éste”, sostuvo.