Argentina volvió a aumentar la compra de autos a Brasil
Principal destino de los vehículos brasileños en el exterior, Argentina volvió a aumentar las compras de automóviles producidos por su mayor socio en el Mercosur y dio más combustible a la reanudación de las exportaciones de la industria automotriz en Brasil.
Después de caer 46% en 2014 y mantenerse estancado durante el primer semestre, el embarque de vehículos al mercado argentino ganó ritmo en los últimos meses, alcanzando a final de año un crecimiento acumulado superior al 6%.
Entre enero y noviembre, casi 252.000 unidades –entre autos, utilitarios livianos, camiones y autobuses—salieron de Brasil en dirección al país vecino, 15.000 vehículos más que el año pasado y el equivalente a 67,4% del total exportado por el sector.
Las automotrices brasileñas se beneficiaron de la fuerte reacción en el consumo de los vecinos en los últimos tres meses, cuando los argentinos, con la perspectiva de una fuerte devaluación del peso, anticiparon compras para escapar de los aumentos de precios. En un país en que el acceso restricto a los dólares y la remuneración de las aplicaciones financieras inferior a la inflación hicieron de los bienes durables un instrumento de ahorro, la incertidumbre del período electoral terminó incentivando las adquisiciones de automóviles.
Entre septiembre y noviembre con respecto al año pasado hubo una suba de 14% en los patentamientos de vehículos en el país, lo que aunque no salvará el año, al menos aliviará un mercado que hasta el final del primer semestre perdía más de 17% en ventas.
La llegada a la presidencia Mauricio Macri, con sus políticas de liberalización comercial y cambiaria, fue recibida con optimismo por dirigentes de las automotrices en Brasil. La esperanza es que los negocios con Argentina vuelvan a crecer más por los buenos fundamentos que por los desequilibrios de la economía vecina.
Más que con la crisis del país, los exportadores sufrieron en los últimos tres años con las barreras burocráticas del gobierno de la ex presidenta Cristina Kirchner a productos importados, como con la falta de dólares para el pago de esas importaciones. La pérdida de volumen en el mercado vecino tuvo entre sus principales desdoblamientos el cierre de turnos de producción en fábricas brasileñas de PSA Peugeot Citroën y Renault, mientras la falta de divisas hizo que las fábricas como General Motors suspendiera de forma temporaria los embarques al otro lado de la frontera.
Atendiendo a una determinación de la Organización Mundial de Comercio (OMC), Macri liberará la mayor parte de las importaciones, poniendo punto final al régimen por el que cada compra del exterior dependía de autorización estatal, y prometió quitar hasta julio la deuda acumulada con los proveedores por escasez de dólares.
La industria brasileña festeja esas decisiones, aunque genera incertidumbre cómo reaccionará a la presión inflacionaria el mercado argentino, después que el nuevo equipo económico cumplió la promesa de eliminar el control a la compra de dólares y, como consecuencia, permitió la expresiva devaluación del peso.